Parece cada día más fuerte la ilusión de Lucero Moreno de ver con nueva cara la casi bicentenaria casona La Meseta, donde pasó sus últimos 15 años el escritor vallecaucano Jorge Isaacs, rígida a pesar de que evidencia la carga de los años.

Tanta es su fe al frente del bien histórico, que se niega a creer que la estructura esté en zona de alto riesgo, tal como dice que se lo indicó la Alcaldía el año pasado, mientras señala lo lejos que queda de ella el río Combeima.

Toma fotografías una y otra vez, capturando cada espacio y calculando ese sitio artístico en que espera se transforme la casona, con museo, sala de conferencias, posible biblioteca y tal vez una sala de Internet.

Lucero afirma ver más cerca la posible restauración, gracias a la promesa de visita de la arquitecta restauradora María Paola Torres, perteneciente al Ministerio de Cultura, una de las manos amigas logradas con el pasar del tiempo.

“Lo importante es, al inicio, mirar qué vigas y amarres se le pueden hacer a la parte norte, que tiene el valor histórico, y luego mirar qué se ha debilitado y revisar bases y estructura”, explica, y agrega que la visita sería a final de este mes.

Recordar y no olvidar

La primera semana de mayo se efectuaría en La Meseta un significativo acto cultural entre los intelectuales que conforman la fundación Grupo Lugar, con el que se buscará preservar la memoria histórica y llamar la atención de las autoridades.

Con ello, también, se conmemoraría los 118 años de fallecimiento del escritor de María, fecha que ambientaría bautizando las habitaciones con nombres de sus poesías y adecuándolas con elementos como la espada, el baúl y la cama que usó.

“La casa está viva para contar la historia, entonces ¿por qué no nos reunimos a mirar qué podemos hacer?”, sostiene la Directora de la Fundación, grupo que cumple 10 años.

Esta unión de amigos, tal como afirma, se ha soportado con miembros como Gabriel Barrero, Benhur Sánchez, Libardo Vargas Celemín, Bernard Baeyens, Eduardo Márceles Daconte, María Yolanda Jaramillo, Beatriz Hernández, María Paola Torres e Ilse Isaacs, descendiente del escritor.

Cabe recordar que el 3 de abril de 2009 el Tribunal Administrativo había ordenado a los gobiernos reconstruir la casona, pero esto no se concretó. “Ha sido un completo silencio”, asegura Lucero Moreno.