El cambio de nivel de actividad, conforme con el Servicio Geológico Colombiano, SGC, obedeció a que el comportamiento del denominado ‘León dormido’ ha retornado a un nivel de menor inestabilidad, a su vez, ha disminuido la probabilidad de ocurrencia de una erupción de magnitud considerable en términos de días o semanas.

Por su parte, John Makario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SCG, en medio de una rueda de prensa, hizo hincapié en que si bien el volcán “bajó sus niveles, aún tiene mucha energía para seguir haciendo emisiones de ceniza”, por lo que recomendó que la restricción en la zona cercana al cráter continúe vigente. 

John Makario Londoño, director técnico de Geoamenazas del SCG. ARCHIVO / EL NUEVO DÍA

De hecho, esbozó el panorama respecto al volcán comparándolo con un paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, “cuando lo mueven a una habitación normal de hospitalización, sigue en observación, en caso que vuelva a complicarse inmediatamente volverá a la UCI, así nosotros con estos niveles”. 

Aunado a ello, Londoño resaltó el trabajo en pro de la mejora de las vías de evacuación y los sistemas de alerta temprana, al igual que la preparación de las autoridades para afrontar una posible emergencia. No obstante, pidió no olvidar adelantar simulacros.

“El hecho que estemos en amarillo no quiere decir que el volcán se calmó”, mencionó el director técnico de Geoamenazas, quien reiteró que el SGC brinda información geocientífica y las entidades como la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y las de orden departamental y local son los actores que toman las decisiones o medidas correspondientes. 

Panorama regional

En diálogo con esta redacción, el secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, Andrés Felipe Barragán, calificó como una “gran noticia” el anuncio efectuado por el SGC, para los 14 municipios ubicados en zona de influencia, sobre todo para Casabianca, Herveo, Murillo y Villahermosa, localizados, como se señaló en su momento, en zona de mayor riesgo. 

Así pues, resaltó que “se pueden reactivar las actividades y economía de campesinos e invitamos a tolimenses y colombianos a que visiten, obviamente de manera responsable, los municipios”.

Y añadió: “Estamos contentos porque tenemos la satisfacción que hicimos el deber, hemos estado a la altura de la emergencia, trabajamos engranados, como un ‘relojito’, para darle soluciones a la comunidad”.

Además de anunciar la realización de un Consejo Departamental de Gestión del Riesgo, reiteró que los esfuerzos en torno a albergues, protocolos, ayudas y organismos de socorro deben continuar. “Nos interesa tener capacidad instalada”, apostilló.

José Antonio García, alcalde de Murillo. NATALIA GUALANDAY / EL NUEVO DÍA

A su turno, el alcalde de Murillo, José Antonio García, y quien venía advirtiendo el fuerte impacto económico que trajo las medidas adoptadas ante el nivel de actividad naranja del volcán sobre la actividad turística, dijo recibir con “beneplácito” la noticia.  

“Si estamos en alerta amarilla pues no veo razón para que tengamos cerrado el turismo en la parte alta, obviamente vamos a exigir unas medidas de contingencia, es decir que esos atractivos tengan zonas de evacuación, medidas de autoprotección ante una posible erupción, empezaremos a trabajar de la mano con los organismos de socorro”, contó el burgomaestre, quien informó sobre la realización de un Consejo de Gestión del Riesgo para determinar acciones.

Y concluyó: “El turismo no puede ser la única fuente de ingresos de una población, debemos fortalecer la parte agropecuaria, las alianzas comerciales”. Igualmente aseguró que la atención de los carreteables debe continuar.

Puntos clave

Según el SGC el cambio en el nivel afloró con base en los resultados de la observación, análisis y evaluación integral de los parámetros monitoreados en el volcán. Entre ellos se reseñó el descenso paulatino en la sismicidad relacionada con el fracturamiento de roca al interior de la estructura volcánica.

“Después de alcanzar las mayores tasas diarias (el 29 y 30 marzo de 2023) desde que se inició el monitoreo instrumental del volcán en 1985, este tipo de sismicidad retornó a los niveles que se tenían antes del 24 de marzo, fecha en que comenzó a incrementar considerablemente”, indicó el SGC vía boletín.

Asimismo, trajo a colación que la localización de los eventos sísmicos es variable y dispersa alrededor del cráter sin mostrar ningún patrón en la profundidad, como se ha reportado en las últimas semanas.

A la lista de aspectos a tener en cuenta se suma que los niveles de energía de los sismos de fracturamiento de roca son menores a los registrados durante la última semana de marzo y las primeras semanas de abril, y que el registro de sismos de baja energía en el cráter Arenas es ocasional.

De la misma manera, y si bien la sismicidad asociada al movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos registra variaciones en el número de sismos y en los niveles de energía liberada, no muestran, según el SGC, cambios significativos que sugieran el movimiento de magma hacia niveles más superficiales.

Adicionalmente los procesos de desgasificación no han tenido variaciones significativas en las últimas semanas. Entretanto, la deformación de la superficie volcánica es menor y las emisiones pulsátiles y continuas de ceniza han disminuido, al igual que el nivel de energía de las anomalías térmicas detectadas en el fondo del cráter en comparación a los reportados entre el 7 y 26 de abril.

Por último, el SGC aclaró que la actividad del volcán todavía se encuentra inestable y señaló que “es posible que se registren algunos fenómenos contemplados en este nivel de actividad como el aumento en la actividad sísmica, sismos sentidos, emisiones de cenizas, lahares, cambios morfológicos, ruidos, olores de gases volcánicos, entre otros, que, incluso, podrían alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica”.

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