La comunidad señaló que se hizo la intervención, pero esta quedó con fugas por lo que la exposición de aguas negras es constante, además después de haber hecho el cambio fue necesario volver a intervenir la calle, esta vez para cambiar la tubería que lleva el agua potable, hecho que según la comunidad era de conocimiento por las cuadrillas del Ibal y que se pudo realizar de manera articulada.

“Vinieron a instalar unas cajas para el desagüe del alcantarillado, eso está tal cual como hace cuatro meses, los tubos que iban a cambiar, estaban destapados, vinieron taparon y a los 3 meses vuelven y destapan”, indicó Rubén Rodríguez, residente del barrio.

Debido al estado de la calle y la falta de solución, la presencia de las aguas negras hace que aumente la proliferación de roedores, así como los malos malos olores que son una constante y afecta a niños, jóvenes y adultos mayores.

Además, el tema de la movilidad se ha convertido en otro dolor de cabeza pues en el barrio residen personas en silla de ruedas que prácticamente han quedado incomunicadas con el exterior de las viviendas; igualmente las personas que tienen vehículos, quienes han tenido que pagar parqueadero para guardar sus automotores o en el caso de las motos exponerse a un accidente por intentar entrar este rodante hasta las viviendas.

“No hay posibilidad de guardar los vehículos y aquellos que tienen moto deben de hacer piruetas para evitar caer a la calle destapada, sacar las basuras es otro de los problemas”, sostuvo Ricardo Pava, otro residente de la zona.

Según los vecinos, de no tener solución ante esta problemática que denominan como una improvisación, tomarán vías de hecho, bloqueando las principales vías de la ciudad.