Esto, ha causado alarma en la población, quienes se preguntan porqué tiembla tanto, y si puede llegar a convertirse en una situación de mayor riesgo. Por eso, el secretario de ambiente y gestión del riesgo de Ibagué, César Gutiérrez, dialogó con El Nuevo Día y explicó si en la ciudad o el departamento, puede llegar a presentarse un terremoto, y que tan preparada está la comunidad.

Inicialmente, señaló que existen dos tipos de movimientos que generan los sismos: el de origen tectónico y el de origen volcánico. “El tectónico se produce cuando hay movimiento de las placas tectónicas y ellas hacen una liberación de energía que se ve reflejado en la superficie, y es cuando nosotros decimos el epicentro fue en tal sitio, con magnitud de tantos grados, si fue grande o pequeño”, explicó.

Por otro lado, el de origen volcánico se presenta por la actividad de este tipo de montañas, que en el caso del Tolima permanecen activos. “Para que se hagan una idea, cuando hablamos de un volcán activo, es que ha hecho erupción en los últimos 10.000 años, entonces imagínese eso comparado con la vida de una persona, que vive máximo 100 años”, añadió el secretario.

Los sismos que se alcanzan a sentir, son los de magnitud superior a 2 grados.

¿Puede ocurrir un terremoto?

Las probabilidades de que un evento de este impacto ocurra en la ciudad y el departamento, es poco probable, más no imposible. Esto, debido a que, como lo explicó Gutiérrez, Ibagué está edificado sobre una gran falla geológica activa, la cual está en constante monitoreo, y que los ciudadanos deben tener muy en cuenta, para siempre construir edificaciones con la normativa sismorresistente.

“Nosotros tenemos en Ibagué una falla muy importante que es la falla de Ibagué, atraviesa la totalidad de la ciudad en el centro poblado, lo que quiere decir que debemos estar muy vigilantes de ese proceso, es una falla activa que hace aproximadamente 20 años, el Servicio Geológico, antes Ingeminas, hizo una trinchera en el sector de Chucuní, donde se puede ver que es una falla activa, susceptible a movimientos, y no podemos decir en qué momento”, manifestó.

Así mismo, el funcionario señaló que la percepción de las personas a un sismo es posible en cualquier lugar de la tierra, debido a que las placas tectónicas están en constante movimiento, y en muchas ocasiones incluso tiembla y no se siente. Además, el Tolima está rodeado de volcanes, otro factor que causa movimientos en la superficie.

“Nosotros estamos, Ibagué, muy cerca de volcanes activos, el cerro Machín es activo, el volcán Nevado del Ruíz. Eso quiere decir que en algún momento pueden generar una liberación de energía y se ve reflejado los sismos que el ser humano siente”, añadió.

¿La ciudad está preparada?

El secretario César Gutiérrez, señaló que, debido a estas condiciones naturales, la ciudadanía debe construir y tener viviendas con sismoresistencia, cuya normatividad nació en 1984, producto del terremoto de Popayán de 1983 en Semana Santa.

“Esto ocasionó que el Gobierno Nacional estableciera la ley 400, que ha tenido algunas variaciones”, de modo que se obligó a las edificaciones construidas antes de 1984, a adaptarse para blindar a las personas de posibles colapsos ante un terremoto, como es el caso de las construcciones más antiguas de Ibagué como el Hospital Federico Lleras, el San Francisco y la Gobernación del Tolima.

El funcionario advirtió que es necesario que todas las viviendas, edificios y cualquier estructura, tengan este carácter de resistencia para prevenir los sucesos, sumando las acciones preventivas que tomen los mismos ciudadanos.

“La invitación a los ibaguereños es que tengamos la precaución, donde estamos ubicados, tengamos ubicados los puntos de encuentro, tengamos ubicados donde podemos hacer una concentración con nuestra familia, cómo podemos hacer la evacuación de nuestro propio hogar, o la zona de trabajo. Siempre que lleguemos a un sitio publico miremos cuál es la ruta de evacuación más acorde”, recomendó.

Gutiérrez finalizó advirtiendo que lo más importante en un evento sísmico es conservar la calma, y que “en algún momento dado eso nos puede sorprender, no sabemos en qué sitio, de ahí la importancia que nos preparemos”.