Pescadores y habitantes ribereños del río Cucuana expresaron su preocupación por la desaparición de los peces aguas arriba de la presa Corea, hecho que estaría generando un riesgo en seguridad alimentaria en zonas de San Luis, Ortega, Rovira y San Antonio.
Además, indicaron que a pesar de que existe una resolución emitida desde 2015 por Cortolima, mediante la cual se le ordenó a la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego de adecuación de tierras de los ríos Coello y Cucuana, Usocoello, implementar acciones de mantenimiento como la limpieza trimestral del vaso de la presa, hasta el momento esto no se ha cumplido.
El concejal de San Luis, Milton Rojas Murillo, contó que son varias las situaciones que se derivaron de la presa, entre ellas inundaciones, pérdidas de cosechas y desplazamientos de familias en veredas como Santa Lucía, Primavera, Pedregal y Caimital.
A lo que se le suma la acumulación de material de arrastre en la quebrada Chipalo, afluente que desemboca en el río Cucuana y que en época de invierno termina desbordándose.
“Debido a la hechura de la represa el cauce de la quebrada Chipalo se colmaron de material de arrastre, al suceder esto, se llena y no deja espacio para que el agua descienda, entonces se bota para el lado de los cultivos y casas, ese es el problema que tenemos”, comentó el cabildante.
Rojas, quien es oriundo de la vereda Pedregal, aseguró con todo conocimiento que años atrás este tipo de hechos no sucedían, “lloviera lo que lloviera, la quebrada aguantaba (fuerte caudal) y el cauce fluía normal, hoy en día no es así”.
Una forma que tienen los residentes para medir la acumulación de material son dos puentes que hay en el sector, al parecer, uno tenía una caída de 2,50 metros y el otro 1,50, hoy dicha altura ya no existe.
Por ello, exigen que se dé cumplimiento a la resolución 1764 del 14 de julio de 2015, documento mediante el cual Cortolima, le ordenó a Usocoello, hacer un mantenimiento periódico al vaso aguas arriba de la presa.
Otras áreas que se inundan son San Francisco, Mesa de Cucuana, Flautillo, San Astasia, san Antonio y Guadalajara.
¿Y qué pasó con los peces?
Otra de las pérdidas sentidas por los residentes, en área aledaña a Corea es la de especies como el caloche, la cucha, dentón, el moino o bocachico, tipos de peces que servían para el autoconsumo y de sostenimiento económico, “antes subían pescaditos, ahora no sube nada, entonces ese es un problema que está causando Usocoello a la población de San Luis, no hemos sido remunerados con nada, solo indiferencia por parte de la empresa”, dijo el cabildante.
En este municipio, serían cerca de 150 familias distribuidas en Santa Lucía, Primavera y Pedregal, las que se sienten perjudicadas.
De otra parte, Ramiro Carillo, gestor Cultural y habitante de La Meseta de San Luis, comentó que la captación de agua en la presa desapareció con la ictiofauna, ocasionando perjuicios en San Luis, Ortega y Rovira.
“El (río) Cucuana nace en el páramo Yerbabuena de Roncesvalles, al cortar el paso circulatorio de los peces hacia arriba y hacia abajo, se desaparecieron aguas arriba, lo que ha generado una afectación en la alimentación de las comunidades ribereñas en cerca de 30 veredas.
“La mayoría son adultos mayores que extraían su alimentación de este río en la década de los años 90. Acá no hay sino hambre, desnutrición y soledad”.
Al consultarle a Carrillo si alguna autoridad municipal ha adelantado acciones para contrarrestar la problemática en la zona o si el distrito se ha pronunciado de alguna forma, indicó que hasta el momento no, razón por lo cual, la comunidad tomó la decisión de crear el Comité Ambiental Por la Vida de la Cuenca Media del Río Cucuana.
A través de un movimiento ambiental, los ciudadanos esperan convertirse en terceros intervinientes dentro del proceso que adelanta Cortolima en contra de Usocoello, pues consideran que así podrían entrar a revisar el expediente y conocer por qué no se han implementado las acciones de mitigación.
“La gente no imaginó el daño que se iba a causar, las empresas siempre llegan persuadiendo a las comunidades, que todo es para bien que van a coger el cielo, pero en realidad es una afectación”, comentó el gestor cultural.
Por su lado, Augusto Benjumea, miembro del Comité Ambiental en Defensa de Agua, Vida y Territorio, calificó la situación de dramática, porque se estaría observando una “ruptura total del componente hidrogeológico e hidrológico del río Cucuana aguas arriba de la represa de Corea: “Una ruptura de la riqueza íctica de la cual se surtían y beneficiaban las comunidades ribereñas de cinco municipios, hasta el sector de Corazón en Rovira”.
Añadió, que hay un daño absoluto en los grandes remansos en donde se cultivaba cachaco, producto natural que se cosecha cíclicamente, del mismo modo, los limbos fértiles de las riberas están siendo colmatados por la alta sedimentación de arenas, también existiría colmatación en las bocatomas de los pequeños acueductos veredales, “realmente hay un drama enorme”.
Y Álvaro Lozano, conocedor de la zona comentó que hace un tiempo cuando disminuyó el agua del Cucuana, se desaparecieron zonas de vegas y varios aljibes en veredas que se ubican aguas abajo como Cucuana, Limonar y Dindal en jurisdicción de San Luis, a las que se les sumaría otras más del lado de Ortega.
A la par de esto, “cuando le sacaron el agua (al río) vinieron otras empresas a sacar el material de arrastre y eso fue la de ‘Troya’, porque al sacar el material se fue deteriorando todo el sistema porque ya no corría el agüita”, comentó-
Todo esto hace preguntarse, ¿ambientalmente cómo está la presa Corea?. La presa está ubicada en la vereda Guadalajara de San Luis y es una estructura con una longitud de 150 metros con una altura aproximada de seis metros. Según descripción de Cortolima, sobre la margen izquierda se encuentra la bocatoma lateral para la derivación del caudal concesionado.
En una sola concesión tienen permiso Usocoello para captar 10,91 metros cúbicos por segundo y/o 69% del caudal, también está Usoguamo con 1,87 metros cúbicos por segundo y Asoguadalajara con 0,5 metros cúbicos. El total está concesionado 13,28 metros cúbicos.
En 2015, Cortolima entregó a Usocoello, a través de la resolución 023 del 19 de enero, un permiso de ocupación de cauce para la rehabilitación estructural de la presa, pues en esa época la estructura presentaba un desgaste y la zona de descarga registraba socavación.
Y en e área del vaso “se encuentra colmatada con sedimentos, se propone realizar la descarga del vaso y una impermeabilización con un manto arcilloso posterior a su vaciado”, se precisó en el documento.
Del mismo modo, se mencionó que allí debía adelantarse un mantenimiento periódico “generado aguas arriba de la presa derivadora sobre el río Cucuana, a fin de garantizar la mitigación en el desbordamiento de la corriente hídrica hacia las playas y terrazas de inundación (…)”.
En ese momento se dijo que la limpieza debía hacerse una vez al año, comenzando al siguiente después de adelantar las obras de rehabilitación.
Después, la Procuraduría Judicial, Ambiental y Agraria del Tolima, interpuso un recurso de reposición en contra de la resolución 023, pues consideró que no había suficiente claridad “en relación con las obras autorizadas que, puesto por sus evidentes implicaciones técnicas y ambientales, podrían ser de tal magnitud que pudieran ser consideradas obras nuevas y no propiamente rehabilitación (…)”.
A lo que la Corporación respondió reiterando en ese entonces, que las obras que recibieron el permiso de ocupación de cauce iban orientadas refuerzo y rehabilitación de la presa existente.
Una vez se revisó el proceso, la autoridad ambiental expidió la resolución 1764 el 14 de julio de 2015, mediante el cual se resolvió el recurso de reposición interpuesto por la Procuraduría.
A través de este documento se ordenó que el mantenimiento del vaso debería ser trimestralmente con el fin de garantizar la mitigación en el desbordamiento del río y que se debía incluir la extracción de arenas, gravas y clastos (rocas).
Asimismo, se le expresó a Usocoello que tramitara el permiso de recolección de especímenes de especies silvestres de la diversidad biológica para elaborar un estudio ambiental, también, debía presentar un estudio de fauna íctica.
Sobre estos procesos, habló Rodrigo Hernández Lozano, subdirector de Calidad Ambiental de Cortolima, quien explicó que la limpieza del vaso no se ha adelantado porque un particular está tramitando ante la Agencia Nacional de Minería un título.
“El director (Jorge Enrique Cardoso) se reunió en el Viceministerio de Minas y Energía, teniendo en cuenta la connotación especial que hay de solicitud de un título en el área de la presa Corea, para no vulnerar el derecho que tiene el minero que ha hecho la solicitud sobre el río Cucuana en ese punto”.
El objetivo del encuentro, que se hizo en abril de 2016, era que este despacho diera una alternativa y así poder entrar a la zona y adelantar la limpieza, no obstante, pasados más de dos años y ad portas, un cambio de gobierno la respuesta no ha llegado.
Sin embargo, a raíz del seguimiento que hace la Procuraduría Judicial, Ambiental y Agraria del Tolima al caso, Usocoello adelantó parte de las obligaciones ordenadas desde el 2015 por la autoridad ambiental como tramitar la autorización para la investigación de especies del río Cucuana con el objetivo de hacer una repoblamiento de peces.
Dicho permiso fue entregado por la Corporación el 13 de febrero de 2018, esta exploración debido a su complejidad puede tardar mínimo un año.
Otro paso dado por el distrito fue en marzo de este año, cuando presentó un plan de manejo, documento que está en etapa de evaluación por parte de la Subdirección de Calidad Ambiental.
El objetivo del estudio es “que nos determinen cómo van a hacer la labor del mantenimiento del vaso de la represa según la resolución 023”, añadió el funcionario. Hernández Lozano hizo precisión en que si la propuesta de manejo reúne las condiciones técnicas de la normatividad ambiental, “aprobaríamos el plan para que se empiecen las labores, desde que no se genere ningún impacto o situación adversa sobre las condiciones hidráulicas del río”.
Es decir que de suceder esto no se tendría que esperar la respuesta del Viceministerio de Minas. La necesidad de adelantar la limpieza en el vaso es evitar que se sigan acumulando las gravas y arenas, pues esto genera que cada día se siga subiendo el nivel del río, “en este momento la quebrada Chipalo está desembocando por debajo de las aguas del Cucuana, lo que hace que en época de lluvia se presenten represamiento en Chipalo”, comentó el subdirector.
En cuanto a las inundaciones, el funcionario explicó que la zona aledaña a la represa históricamente es inundable y hay zonas que por naturaleza el río busca recuperar.
Estudio íctico
En cuanto a la disminución de los peces en el área aledaña a la presa, Hernández indicó que a través de la investigación que le ordenó a Usocoello se busca determinar qué es lo que realmente sucede en la zona.
“Hay una conectividad, no hay una pérdida de conectividad hidráulica entre la presa aguas arriba como aguas abajo, hay tres canales que tienen una conectividad entre la parte alta y baja (de la estructura) por donde los peces pueden transitar”.
Con el estudio técnico y científico, se busca definir cuáles son las especies propias de la zona, qué especies se pueden repoblar y cómo se debe hacer, al igual que, precisar qué condiciones debe tener la presa para dar una solución definitiva a la problemática planteada por la comunidad.
PROCESO JURÍDICO DE USOCOELLO
EL NUEVO DÍA: ¿La Corporación qué procesos tiene en contra de Usocoello, ya que la comunidad habla de entrar a ser terceros intervinientes?
Rodrigo Hernández Lozano: Hay dos situaciones, a través de la optimización que se hizo de la presa, ellos obtuvieron un permiso de ocupación de cauce, el cual se otorgó en 2015, jurídicamente las obras se terminaron, entonces no había espacio para ser terceros intervinientes.
Pero por ocasión de la optimización, Cortolima adelantó y se encuentra en el debido proceso una sanción por incumplimiento e impactos ambientales en la construcción de la presa.
E.N.D.: ¿Cuáles fueron esos impactos ambientales?
R.H.L: Dejaron alrededor de un kilómetro del caudal del río Cucuana seco para poder adelantar las obras, ellos tuvieron que desviar totalmente el cauce por el canal de aducción y aguas abajo en el kilómetro 200 metros, descargaron el caudal. Ese kilómetro quedó seco, por eso se les está adelantando el proceso sancionatorio.
E.N.D.: ¿Las sanciones no se han adelantado?
R.H.L: Las sanciones tienen un debido proceso que se debe respetar, están en pruebas y alegatos.
E.N.D.: Los residentes de la zona se siguen preocupando por las condiciones del río Cucuana, especialmente en el sector de la virgen. Actualmente, ¿cuántas empresas mineras están trabajando?
R.H.L: Hay seis títulos mineros y solamente dos empresas están trabajando. Pero básicamente, la situación que se ve adversa en la zona de la virgen, es un peñón natural. La comunidad hace 30 años no lo veía, porque esa zona tenía mayor caudal, debido a que primero no existía la concesión de agua de Usocoello y segundo la obra ha generado una incisión del cauce, aguas abajo de la presa, entonces se ve el sistema rocoso, que visualmente no es agradable, pero toda la vida ha existido.
E.N.D.: ¿Cómo va el plan de manejo y ordenamiento del río que Cortolima anunció?
R.H.L: Vamos en la tercera etapa y faltarían tres más, esperamos terminarla en 2019 que es el objetivo del director, antes de terminar su periodo, la idea es dejar un ordenamiento del río Cucuana subsanado.Se está terminando el censo de usuarios, faltaría el diagnóstico y los usos potenciales para poder llegar al ordenamiento del recurso hídrico. Se está haciendo por medio de una alianza público privada, ahí confluyen recursos de la Corporación y las empresas privadas como Epsa, Usocoello y de los mineros que están explotando aguas abajo.
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