Usocoello defiende operación de presa Corea sobre el río Cucuana en San Luis

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El gerente del distrito de riego Usocoello, Carlos Rojas, le salió al paso a las quejas y reclamos que hicieron varios habitantes de San Luis e indicó que se tienen avances en un Plan de Manejo Ambiental, también, que a diferencia de lo que dice parte de la comunidad el distrito sí ha traído beneficios sociales.

Ante los cuestionamientos de las comunidades ribereñas del río Cucuana que habitan en la zona de influencia de la presa Corea, relacionados con inundaciones en zonas de cultivos y la mínima presencia de peces aguas arriba, la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego de adecuación de tierras de los ríos Coello y Cucuana, Usocoello, habló del proceso que viene adelantando en el marco de la resolución 1764 de 2015 de Cortolima.

Documento que ordena un listado de medidas ambientales y de mitigación que se deben adelantar.

Una de estas labores ordenadas hace tres años, fue la de establecer un Plan de Manejo Ambiental, PMA, para el mantenimiento del vaso de la presa, sobre ello, el gerente de Usocoello, Carlos Rojas, dijo que hay avances y agregó que no es del todo cierto que durante el tiempo de operación de la presa no se ha hecho algún tipo de compensación o intervención social en la zona.

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Y en cuanto a si la presa Corea alteró el equilibrio del río Cucuana, “pienso que no, esa alteración de una obra civil es, digámoslo de tipo normal en esta clase de obras, consideramos que los planes que estamos emprendiendo junto a la Corporación son ideales, para que ese equilibrio se sostenga”, respondió Rojas.

 

Acumulación de material de arrastre

La Corporación ordenó la implementación de un PMA y un proyecto de repoblamiento de peces en el área de influencia del distrito de riego.

El trabajo lo está adelantando la empresa Geoambiental Consultores, entidad que elaboró una propuesta que está siendo revisada por la Corporación, en esta hay diferentes escenarios para limpiar el vaso y así superar las problemáticas que se derivan de la acumulación de material de arrastre, una de ellas el desbordamiento del río Cucuana aguas arriba.

Su representante legal, Yesid Gulumá, explicó que se presentó ante Cortolima un diseño para extraer el material de arrastre del vaso, sin afectar las comunidades hidrobiológicas ni la fauna íctica.

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“Las labores de sacar ese material, haciéndolo dos veces al año, le cuestan a Usocoello cerca de $805 millones, un costo bastante alto que en cierta forma afecta la parte financiera de la empresa”, explicó Gulamá.

Y añadió que en este punto se entró a debatir con Cortolima que el mantenimiento no se puede hacer cuatro veces al año como ordena la resolución, pues dos de ellas, se cruzarían con la época de invierno, temporada en la que se dificulta la extracción.

“De acuerdo con los estudios, la idea es intervenir más de un kilómetro para conservar la dinámica del río (...) nosotros estamos hablando de excavaciones de un promedio de dos metros, (cálculo) que nos arroja cerca de 58 mil metros cúbicos que tendríamos que retirar en cada mantenimiento”, precisó el ingeniero.

Pero a este panorama se le agrega las solicitudes de títulos mineros que hay sobre la presa, lo que origina que las arenas y gravas que se evacúen deben ser depositadas en un lote que deberá adquirir Usocoello, pues el material no se puede comercializar.

“Si esto se hace con todas las medidas de manejo que se tienen en el documento y técnicamente con todas las tecnologías de explotación de materiales, no debemos tener ningún inconveniente con la fauna íctica e hidrobiológica de la zona”, precisó Gulamá.

Otra alternativa es llevar el material y extenderlo en las zonas de riesgo de erosión y socavación aguas abajo de la presa, actividad que se debe adelantar con extremo cuidado para no alterar la dinámica del río.

Y de llegar a entregarse el título minero, el distrito deberá hacer un convenio con el propietario para que disponga de las arenas y gravas acumuladas.

 

Compensación en la década de los 90

Otra de las quejas de la comunidad, es el daño que hace la creciente del Cucuana a los cultivos ubicados en las vegas aledañas, según el gerente Carlos Rojas estas zonas son del Estado, no obstante, entre 1994 y 1996 la Nación compensó económicamente a los productores de ese entonces por la siembra que tenían.

“Posterior a la construcción de la presa, se encontró que todas esas áreas fueron nuevamente sembradas y se supone que no volverían, pero regresaron y están establecidos ahí y es lo que el río a cada rato inunda, porque ocupa lo que le pertenece”, precisó.

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En el listado de compensaciones aparecen personas de las veredas Santa Lucía, Jagualito, Cucuana, Guasimal, Camalá, Dindalito, Paso Ancho, Lemayasito y Guayabal.

De otra parte, en un censo adelantado por Usocoello basados en información del Instituto Geográfico Agustín Codazzi se detectaron inundaciones en 40 predios ubicados en San Luis. Entre las veredas en donde ocurre el hecho están Guadalajara, Santa Lucía y Caimital.

 

Repoblamiento de peces

Uno de los hechos que más sienten los ribereños, es la desaparición aguas arriba de peces como el caloche, la cucha, dentón, el moino o bocachico, y aunque Cortolima y Usocoello dicen que este no es uno de los fuertes económicos de la zona y que la baja presencia de las especies se debe a diferentes factores a la presa, la Corporación también ordenó en 2015 adelantar una investigación de la fauna íctica del Cucuana que conlleve a un repoblamiento.

La bióloga Camila Sánchez, de Geoambiental Consultores, explicó que no existe formalmente antecedentes de qué tipo de peces existían antes de que la presa entrara en operación, solo se cuenta con un estudio hecho por Epsa pero en la cuenca alta.

“De ahí para bajo no sabemos qué riqueza de peces se tenía, los únicos datos que tenemos fueron los que hicimos ahora para el Plan de Manejo”, precisó.

Ante la ausencia de información, el proceso incluye una indagación en el tipo de organismos que pueden servir de alimentación a los peces, pues de ello depende establecer la especie a sembrar en la zona, el estudio que tardaría seis meses, incluye el monitoreo de afluentes activos que descargan en el río Cucuana.

“Entre los que encontramos en el Plan de Manejo, están dos especies de mojarra, dos de cucha y dos de sardinas. Una vez se finalice el estudio se presenta el proyecto de repoblamiento a la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap”, comentó Sánchez.

Se estima que el proyecto tiene un tiempo de ejecución de tres años. De manera preliminar se definió el bocachico, como una de las especies a sembrar y la semilla sería adquirida a la Aunap. La propuesta final tras revisión y ajuste se estaría presentando a comienzos de 2019.

La profesional agregó que el sostenimiento de la propuesta depende del cuidado de la comunidad y de que no los vayan a pescar antes del tiempo establecido en cuanto al tamaño. 

 

Lista de control

En el listado de requerimientos de la Corporación se incluye la construcción de una estructura escalonada para que los peces puedan cruzarla, actualmente, se están revisando las propuestas para su diseño, la idea sería ubicarla en el centro de la estructura.

En cuanto a las 10 hectáreas de reforestación que se deben adelantar en la cuenca del río Cucuana, se está evaluando la posibilidad de hacerlo en un predio ubicado en San Luis

Y en lo relacionado con la instalación de sistemas de medición de caudal de los seis solicitados por la autoridad ambiental, dos de ellos no se podrían colocar, porque existen puntos que no arrojan datos precisos. A la fecha se instaló uno en la zona que va después del canal desarenador.

 

Intervención social

El distrito de Usocoello está conformado por un canal de 30 kilómetros que cruza por San Luis, Guamo y llega al Espinal, en este trayecto logra regar cerca de nueve mil hectáreas de cultivos. En medio de este proceso, según el gerente Carlos Rojas, existen más de 250 mangueras instaladas por medio de las cuales los residentes del plan captan el agua para sus cultivos de pancoger y el uso doméstico.

“El sistema de riego fue una solución de vida para esas comunidades también, que no pagan, pero igual se benefician; esos habitantes no tenían soluciones y hoy cuentan con una”, dijo.

Y añadió que, además del agua, el distrito hace intervenciones en infraestructura como en alcantarillado, arreglo de escuelas, vías y parques en aquellas zonas apartadas del casco urbano, pero que están dentro del área de influencia de la presa, “los arreglos en vías de esas comunidades nos informan y en la medida en que podemos programarlas, lo hacemos. Desde el punto de vista social, Usocoello ha venido respondiendo con las obligaciones que puede tener dentro de esa parte, nosotros respondemos por aquello que podemos hacer como asociación, pero sí hay unas necesidades de cubrir por parte del Estado”.

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Credito
XIMENA VILLALBA C.

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