Joven fue despedido por enviar un meme de Homero Simpson en chat del trabajo

Crédito: Suministradas/ El Nuevo Día Meme de Homero Simpson
El empleado de 23 años aseguró que no envió la imagen con intención de ofender
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Un caso que ha capturado la atención de miles de personas en internet enfrenta a Loan Léton, un joven de 23 años originario de Lacroix-Saint-Ouen, Francia, contra la empresa Concentrix, donde trabajaba y fue despedido tras enviar un GIF de Homero Simpson en un chat laboral. El mensaje que acompañaba la imagen decía: “RR.HH. el día de pago”, en alusión al retraso en el pago de su salario. Este gesto, aparentemente inofensivo, desató una serie de reacciones que llevaron a la empresa a tomar la decisión de despedirlo, lo que ha provocado una gran controversia.

Según Léton, el GIF no tenía intención de ofender a nadie, sino que se trataba de una broma interna y una forma de manifestar su frustración por el retraso salarial. 

“Nunca me habían criticado por mi trabajo ni por mi comportamiento. Solo fue un comentario irónico”, mencionó.

El joven enfatizó que, aunque la imagen era parte de una cultura común en los chats laborales, en este caso provocó una severa reacción por parte de la empresa.

La imagen que envió Léton es una escena de un episodio de Los Simpsons emitido en 1994, lo que refuerza la idea de que el mensaje carecía de malicia. A pesar de que este tipo de contenidos se comparten habitualmente en conversaciones informales, esta vez la empresa decidió interpretarlo como una falta grave, lo que resultó en su despido.

El joven ahora está buscando justicia, argumentando que la decisión de la empresa afectó no solo su estabilidad económica, sino también su bienestar emocional. 

“Tengo miedo de volver a trabajar después de esto. Siento que todo lo que haga podría ser malinterpretado”, acotó.

Por su parte, Concentrix mantiene que el despido fue completamente legal, defendiendo su postura de que el acto de Léton constituyó una violación de las normas laborales de la empresa.

Ahora, el caso está en manos de la justicia francesa, que deberá decidir si el despido fue justo o si, por el contrario, se trató de una reacción desproporcionada ante un simple gesto de frustración.

Credito
REDACCIÓN ENTRETENIMIENTO

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