Johan Stiven Martínez donó pertenencias de su padre al museo militar

En el ?Día Nacional de la solidaridad con las Víctimas del conflicto armado?, el Ejército de Colombia, inauguró la Sala de la Dignidad y la Memoria Militar que llevará el nombre del sargento secuestrado por las Farc y asesinado en cautiverio, Libio José Martínez. Su hijo, Johan Stiven Martínez, donó algunas pertenencias de su padre que lo acompañaron en la selva mientras estuvo cautivo.

En un evento al mando del comandante segundo de estas Fuerzas, Manuel Gerardo Muñoz, el niño símbolo de las víctimas de la violencia en el país hizo de entrega de algunas piezas del sargento como una Biblia y escritos de su padre en cautiverio.

En la cita, también se presentó el libro ?Farc: guerrilla, infamia y dolor? que reúne material fotográfico de la época en la que este grupo armado ilegal surgió, a demás recuerda algunos hechos criminales cometidos por esta organización. Este documento constituye la primera entrega de elementos que ayudan a mantener la memoria de los más infames y terribles crímenes de las Farc, asimismo, es una muestra de solidaridad con las víctimas del conflicto, ya sean militares, policías o civiles. 

El acto contó con el testimonio de Oscar Alexander Ruiz Lozano, oficial de Derechos Humanos, víctima de minas antipersonal quien, pide al Estado colombiano que haya un reconocimiento de igualdad, pues los militares heridos en combate, también son afectados de la guerra y el conflicto armado. La Ley de Víctimas no los incluye, ya que los uniformados hacen parte de un fuero especial. 

Antes de la inauguración de la sala, los asistentes estuvieron en una eucaristía ofrecida a todos los militares que murieron cuando cumplían su deber. Luego, en salón dedicado a los uniformados que perdieron sus piernas mientras participaban en operativos, el niño Martínez, junto con altos mandos del Ejército, saludaron a los soldados discapacitados que cuentan su historia para que no se olvide el flagelo de la guerra. 

El soldado profesional, Alcibiedes Alvarado, contó a Colprensa su tragedia, perdió una de sus piernas cuando participaba en un operativo a mediados del 2011 para penetrar uno de los anillos de seguridad del que en ese tiempo era el jefe máximo de las Farc, alias "Alfonso Cano". 

Este miembro del Ejercito, al igual que el oficial Ruiz, concuerda en que sus compañeros y él, son víctimas del conflicto, pues, "no solo sufrimos nosotros, también nuestras familias" y piensa que este tipo de conmemoración los ayuda, ya que "es bueno que la gente no olvide que los militares somos parte también del conflicto". 

Asimismo, Johan Stiven se refirió a este acto y expresó que "este homenaje que hoy se le brinda a mi padre y obviamente a todas las víctimas militares y civiles, me hace sentir muy contento porque al menos no se ha olvidado a mi padre y seguimos conmemorando la memoria de esas personas que han sufrido la guerra en carne propia". 

Nuevamente aprovechó para enviarles un mensaje a aquellas personas que contribuyen a la guerra. "A las personas que hacen daño a nuestro país les quiero decir que, es hora de dejar las armas y de coger el camino de la paz, es hora de dejar la violencia y dejar de atentar contra el bienestar de nuestro pueblo colombiano". 

Credito
Colprensa

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