“Estoy secuestrado, no en las selvas de mi país pero sí en una cárcel de Bolivia”.

Estas son las palabras con las que una y otra vez Abdenago Forero Buitrago se refirió a la tragedia que ha vivido en un centro penitenciario de ese país.

El tolimense, oriundo de Roncesvalles, lleva más de dos años en la cárcel San Sebastián Varones de Cochabamba, Bolivia, intentado comprobar su inocencia en un hecho que la Policía Judicial lo establece como robo agravado.

Pero no es solo esto, a Forero le adjudicaron dos situaciones por este mismo delito, en uno de los cuales ha logrado comprobar su inocencia.

EL NUEVO DÍA logró hablar con Abdenago Forero Buitrago y conocer, de su misma voz, la manera como se adelanta su proceso judicial en Bolivia y el trato que hasta ahora ha recibido.

Primer proceso:
27 de febrero de 2010
Acusado de pertenecer a una banda delincuencial que robaba por todo el país, conocida como ‘Los Colombianos’, Forero Buitrago fue capturado al interior de su misma casa el 27 de febrero de 2010.

Contó el tolimense que aquel día llegaron hasta el edificio donde residía con más colombianos, un grupo de hombres que se presentaron como integrantes de Inmigración e Interpol.

Sin embargo, indicó que aquellos sujetos pertenecían a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen -Felcc-, de Bolivia.

“El momento en que la Policía entró a la casa y nos pidieron los documentos presenté mi pasaporte y mi pasado judicial.

“Ellos me preguntaron a qué nos dedicábamos y yo les dije que hacíamos roperos y los vendíamos a crédito, puerta a puerta”, recordó Forero.

De allí, los colombianos detenidos fueron llevados a las oficinas de inmigración y luego fueron transportados hasta las instalaciones del Felcc por el robo a librecambistas, que en Bolivia se conoce como a la persona que intercambia dólares en la calle.

“A mí supuestamente me detuvieron por el reconocimiento de una persona...nosotros le pedimos al juez que se realizara una audiencia de reconstrucción de los hechos y un anticipo de pruebas...En ningún momento llegó eso”, puntualizó el hombre.

Pese a la existencia de testigos que supuestamente vieron a Forero cometer tal delito, una mujer, principal prueba de ello, se retractó y dijo que ella en ningún momento había estado presente en el lugar de los  hechos.

Fue así como esta señora presentó ante el juez, conocida allá como una carta transaccional, un documento en el que explicaba que ella no estuvo en la escena y que en ningún momento vio a Forero y a sus amigos cometer estos actos. Cinco, de los siete colombianos detenidos, fueron dejados en libertad.

Pero, si no habían más pruebas en su contra, ¿por qué Forero junto con otro colombiano siguieron retenidos?

Segundo proceso:
25 agosto de 2010
Cuando Forero Buitrago creía que todo había finalizado, un nuevo caso por el delito de robo agravado se le adjudicaba.

Un hombre fue herido con una arma en su pierna cuando intentaban robarle más de 100 mil bolivarianos. La víctima interpuso una denuncia pero nunca  precisó hacia quien iba dirigida.

De acuerdo con lo expuesto por el mismo Forero, lleva casi dos años en este proceso y lo único que lo está vinculando al caso es una persona quien dice haberlo visto, pero que la estatura no coincide.

Incluso, la misma víctima afirma que Forero Buitrago no es la personas con la que estuvo forcejeando para evitar el robo del dinero.

Por otro lado, de la persona que se dice es el testigo, aún no ha presentado ni el modo y lugar en que vio a Forero involucrado en el robo, razón por la que el juez rechazó la prueba.

Proceso estancado
“Si la Fiscalía no tiene pruebas no entiendo por qué sigo preso casi que dos años por algo que no he hecho”, reprochó Forero, quien ha solicitado en tres ocasiones la cesación de la detención preventiva y tres veces se la han negado.

Según explicó, la ley en Bolivia exige que presente documentos que den por hecho que tiene familia, trabajo, vivienda, un arraigo o una fianza para solicitar la libertad, dichas certificaciones Forero las ha presentado pero no han sido válidas ante la justicia.

Los argumentos que expone la juez para negar la cesación de la libertad son, primero, porque representa un riesgo para la sociedad y segundo, como colombiano que es, puede huir del país.

Lo cierto es que sea o no inocente Forero Buitrago del delito de robo agravado, no hay prueba fehaciente que indique que él cometió ese robo.

De otro lado, Forero exige que el Gobierno colombiano, el Ministerio de Relaciones Exteriores o la Embajada de Colombia en Bolivia tome las medidas pertinentes en este asunto “porque soy un colombiano más que me vine de mi país buscando una nueva oportunidad de vida y no es justo que siga aquí encerrado”.

¿Y quién le repondrá la libertad a Forero?
Como un secuestrado, dijo sentirse Buitrago Forero, quien además dejó notar su tristeza al referirse a sus dos hijos que viven en Roncesvalles y quienes no han visto a su padre en años.

Insistió en que está pagando algo que no cometió y que su familia, sus hijos, de 13 y cuatro años, su esposa y sus amigos, también son víctimas de esta aprehensión.

“A mí me iba bien con los roperos, yo enviaba plata para Colombia pero ahora ni modo, ellos son los que me ayudan de vez en cuando”.

Su hermana, por ejemplo, Ana Forero, contó lo lamentable que ha sido para la familia la situación de su hermano. El 29 de febrero interpuso una solicitud ante la Defensoría del Pueblo. “Necesito alguien que me ayude, mi hermano lo necesita”.