“Eran más o menos las 10:30 p.m. iba bajando con un compañero, cada uno en su motocicleta. Íbamos hablando y había piques, disminuimos la velocidad y cuando pasábamos por la entrada que lleva a la Federación de Cafeteros, sentí una pistola y alguien que me dijo no me mire y a mi compañero también. Eran cuatro tipos en dos motos, nos metieron hacia adentro, nos hicieron bajar de las motos y que nos agacháramos”, señaló el afectado.

Dos de los ‘cacos’ quedaron en el sitio oscuro con sus víctimas. Según el perjudicado, uno de los ladrones es gordo, de 1. 70 metros de estatura, moreno y de aproximados 34 años. El otro de contextura delgada, alto, de 1.80 metros, con la manzana pronunciada y su tono de voz de ‘campesino’. Estos tenían los rostros tapados.

A los muchachos los metieron cerca a una arrocera mientras los amenazaban de muerte con una pistola ‘Sig Sauer’ nueve milímetros y un revólver.

“El gordo me quitó la billetera, el celular, las llaves de la moto y el casco. Se montó en mi moto, le pasó la pistola al flaco y le dijo, listo, quiébrelos y se fue. El flaco le puso la pistola en la cabeza a mi amigo, y pensé: nos mataron, pero el man nos dijo échese para adentro y acuéstense, nos hizo quitar los zapatos”, refirió el dueño del rodante.

Los maleantes se fueron del sitio con las pertenencias de las víctimas, quienes pidieron auxilio en la glorieta. Minutos después llegaron policías a la zona, pero según el afectado no hicieron nada.

Si sabe del paradero de la moto se puede comunicar a los números 3218268619 o 3194228866.

Misterio

 El perjudicado indicó que al día siguiente denunció el caso y conoció que dos horas antes de que lo robaran, al parecer, los mismos asaltantes atracaron a otra persona, a quien también le arrebataron la moto.

Además, para verificar si los ladrones habían dejado sus documentos de identidad abandonados fue hasta el lugar de los hechos y allí encontró el proveedor de la pistola que usó uno de los ladrones.

Este informó la situación a la Sijín, pero ahora no sabe qué pasó con el proveedor y cree que dentro de los ‘pillos’ hay un policía involucrado.