Ante el Juzgado Octavo municipal con función de control de garantías, la Fiscal 16 seccional de la Unidad de Flagrancias le imputó cargos por el delito de feminicidio agravado a Jorge Enrique Rojas, de 78 años. La víctima fue su expareja sentimental Edil Güiza de Rojas, quien fue sometida a maltrato verbal y físico hasta que derivó en su fallecimiento.
Los gritos de una mujer pidiendo ayuda al interior de la calle 18 número 8-27 del barrio Interlaken alertaron a los vecinos, entre ellos a una policía, que pidió ayuda a la Línea de Emergencia.
De inmediato, un cuadrante de la Metib fue alertado de un presunto caso de riña, pero al llegar al sitio se dieron cuenta de que en la ventana había un adulto mayor con un cuchillo en la mano derecha, mientras que en el piso estaba una señora también adulta, ensangrentada y que tenía una blusa negra y jean.
Los uniformados le pidieron al sujeto que abriera la puerta, pero este no quiso y pese a que usaron la fuerza para ingresar a la residencia, no fue posible, pues había un cerrojo al interior de la puerta que impedía el acceso.
En esos momentos Diego Fernando Rojas Güiza, hijo de Edil y Jorge, arribó al lugar y le pidió a su padre que abriera. El hombre accedió, dejó el cuchillo encima de la mesa del comedor donde también había una navaja.
Los policiales solicitaron una ambulancia, pues la señora aún tenía signos vitales, hasta les pidió agua porque tenía sed.
La abuelita fue trasladada al hospital San Francisco, pero minutos después murió, ante las puñaladas en el cuello, tórax, región malar, abdomen y extremidades.
En los pasillos del Palacio de Justicia, allegados de la familia Rojas Güiza rumoraron que Jorge Enrique supuestamente le propinó cerca de 15 puñaladas, y le dio puños y patadas; sin embargo, los resultados de la necropsia determinarán la cantidad de heridas que sufrió doña Edil. El hombre fue capturado y dejado a disposición de la Fiscalía.
Constantes maltratos
Hace 33 años Edil se separó de Jorge Enrique Rojas. Eran frecuentes los maltratos, sin embargo, nunca hubo denuncias formales de este tipo de hechos, pero sus allegados le contaron a las autoridades que en varias ocasiones los hijos se tuvieron que esconder de su padre ante las agresiones.
En febrero de este año Edil y su hijo Diego Fernando acogieron a Jorge Enrique, le dieron posada en la vivienda, pero de nuevo azotó a su expareja con agresiones verbales que, finalmente, se convirtieron en tragedia.
Desde hace un mes, dichos maltratos se habían incrementado, la menospreciaba, constantemente le decía groserías y que ella le estorbaba. Pero la noche del jueves, Rojas terminó con la vida de la madre de sus hijos y quien le sirvió por muchos años y hasta en los peores momentos de su existencia.
Dato
La Fiscalía señaló que en el momento de la detención Rojas tenía aliento a alcohol.
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