La administradora de justicia además le prohibió, por un término de 19 años, acercarse a las víctimas dentro del proceso (dos jóvenes) y ejercer su función de psicólogo y coaching para tratar a menores de edad por un periodo de 13 años. Sin embargo, por su condición de salud y un dictamen de Medicina Legal, le otorgó la prisión domiciliaria.
Dos jóvenes, que no se conocían entre sí y quienes tenían problemas de comportamiento en su hogar, colegio y con su orientación sexual, denunciaron que Ramírez Zapata durante las sesiones de psicología en su consultorio, en su casa en el barrio La Pola, las abusó sexualmente.
El sujeto, supuestamente con el fin de sacar las malas energías, les ponía piedras cerca de su vagina, se las introducía y luego él las besaba. Dichas piedras fueron halladas en el consultorio donde orientaba las terapias como masaje y mesoterapia. Además las tocaba con los dedos y lengua en sus partes íntimas. En su supuesta ayuda a una de las afectadas le ofreció dinero y le regaló un muñeco con forma de marciano.
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