Condenado por matar a su ‘amigo’ con una piedra

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍALiander Andrés Ramos Aguirre está detenido desde marzo del año anterior.
El crimen habría sido para hurtarle la moto, el celular y otras pertenencias a la víctima, de quien el homicida se hizo amigo cuando recogían café en Pitalito.
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El Juzgado Primero Penal del Circuito del Guamo condenó a 23 años y nueve meses de prisión a Liander Andrés Ramos Aguirre por asesinar a Carlos Román Melengue Quilingo, a quien además le hurtó una motocicleta.

Los hechos por los que fue condenado en audiencia virtual, sucedieron el 4 de agosto de 2018 en el hostal del barrio La Vega, de Coyaima. El hoy condenado fue capturado por orden judicial siete meses después de ocurrido el crimen, en Chinchiná, Caldas, e imputado de cargos por la Fiscalía 11 seccional.

 

El asesinato

Liander Andrés Ramos Aguirre llegó al Hostal Duván de Coyaima el 4 de agosto hacia las 5:30 de la mañana en una motocicleta, en compañía de Carlos Román Melengue Quilingo. Venía proveniente de Pitalito, Huila. La víctima era quien manejaba la moto Honda de placa YGM 97. Los hombres solicitaron una habitación.

Durante su estadía, Ramos Aguirre aprovechó que su acompañante dormía, tomó una piedra y le propinó un golpe fatal en el cráneo que le provocó la muerte de manera inmediata.

Hacia las 9:30 de la mañana, de la habitación número tres salió Ramos Aguirre luciendo otra ropa. Le indicó a los trabajadores del hostal que no podía dormir y aseguró que regresaría pronto. Se subió a la moto de Carlos Román y se marchó.

Hacia las 2 de la tarde los empleados del lugar, al ver que nadie salía, ingresaron al cuarto y encontraron las sábanas ensangrentadas, una piedra grande y sin signos vitales a Melengue Quilingo, que según la necropsia, tenía múltiples heridas en el rostro y región parietal. Tenía hundida la cavidad ósea del cráneo.

Según la investigación, Ramos Aguirre lo habría asesinado para hurtarle la moto, el celular y otras pertenencias a Melengue Quilingo, de quien se hizo amigo cuando recogían café en Pitalito. El homicida lo había convencido para hacer un viaje en moto hasta Chinchiná.

El hoy condenado, días después de perpetrado el crimen, respondió un mensaje de Whatsapp enviado por la familia del occiso. Esto fue clave para dar con su paradero.

Credito
EL NUEVO DÍA

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