Un foro por la Paz, convocado por el aspirante a la alcaldía Jhon Ésper Toledo, prendió la polvareda política este fin de semana, en el Partido de la U.
Efectivamente, el exsecretario Toledo contó con una masiva participación de personas en la discoteca La Tribu, en donde se concentraron líderes, dirigentes, comerciantes, empresarios, representantes de diferentes sectores políticos, entre otros, el sábado anterior.
“Todo este ejercicio colectivo incluyente por la paz y el posconflicto define una gran estrategia integral”, indicó Toledo, quien para nadie es un secreto a estas alturas cuenta con el apoyo de la Administración municipal.
Hablar de la paz
Según trascendió, Toledo estará buscando constituirse en el candidato de dicha colectividad, apadrinado por el representante Jaime Yepes, lo que el presidente de la colectividad en el país, Roy Barreras, aparentemente ve con buenos ojos, mucho más si el aspirante está congraciado con el proceso de paz y las conversaciones de La Habana, prerrequisito que el movimiento que orienta el propio presidente Juan Manuel Santos ha establecido para contar con su apoyo y, por qué no, con algo de ‘mermelada electorera’.
Sin embargo, quien está en la otra orilla y con muchas ganas de aspirar a la Alcaldía de Ibagué es Pompilio Avendaño, quien a través de un portal web de noticias envió el mensaje a Toledo de que si quiere llegar a La U, tiene que hacer ‘fila’.
La reacción de Avendaño es apenas comprensible, pues desde que coordinó el proceso electoral del Partido en el Tolima para las pasadas elecciones legislativas a favor de la colectividad del presidente Santos, se ha especulado de un acuerdo o conversaciones con la Casa de Nariño para aspirar a la Alcaldía de la Capital Musical. No en vano le recuerda a Toledo que fue expulsado del liberalismo y que tendría que empezar de menos a más en La U.
La disyuntiva tiende a agravarse, pues si bien el representante Jaime Yepes es cercano al alcalde Luis H. y además respaldarían, ambos, a Toledo, quien podría contar con el respaldo de Jesús María Botero e incluso de sectores conservadores, por el otro lado está nada más y nada menos que el representante Carlos Edward Osorio y su mentor, el exalcalde Jorge Tulio Rodríguez Díaz, quienes son más afines a Pompilio Avendaño.
Lo que se viene para La U, a pesar de la presión del tiempo para definir candidato, es un duro juego de poder, que podría dividir la colectividad entre los seguidores de Yepes y Osorio, a través de un ‘cabeza a cabeza’ entre Toledo y Pompilio.
La pregunta que surge es ¿a qué jugará Carlos Edward Osorio, quien respaldó a Luis H. a la Alcaldía? ¿No está Yepes retando a Osorio por el liderazgo del partido en Ibagué y en el Tolima?
De todas maneras, una fuente indicó que desde Bogotá se analizará y se tomará decisiones con base en cálculos electorales para entrar a apoyar una candidatura, tanto en departamentos como en los municipios.
Las condiciones son claras: Ser antiuribista, jugársela por la paz, respaldar el proceso de La Habana con las Farc y tener caudal político, y, si es posible, caudal económico.
Otras cuentas
Pero si por La U hay conflictos, los otros partidos tampoco resuelven del todo el tema de la Alcaldía.
El movimiento Centro Democrático, por ejemplo, tiene que sopesar la aspiración y el peso político de Álvaro Montoya y Emanuel Arango, versus la conveniencia de respaldar a Ricardo Ferro, quien ya tiene un terreno ganado desde las pasadas elecciones populares.
En el caso del liberalismo, la aspiración de Rubén Darío Rodríguez, sigue sin despertar en la opinión pública el ánimo que el partido rojo requiere para disputar la administración de la capital tolimense.
En medio de este escenario, en los ‘mentideros’ públicos, en donde muchas veces se dicen verdades a medias, se rumora que Guillermo Alfonso Jaramillo estaría descartado por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, para aspirar al máximo cargo de la capital de la República y, que es cuestión de días para que se escampe políticamente en una candidatura para la Alcaldía de Ibagué, seguramente a través de Progresistas y la Alianza Verde.
Sin duda, esta última posibilidad revolucionaría el panorama local de cara a las elecciones de octubre, pues Guillermo Alfonso Jaramillo goza de mucha empatía por su trayectoria política en sectores de opinión pública, gremios, asociaciones y estratos altos y medio-altos, aunque en las bases populares ha perdido referencia en los últimos años y dicho caudal está segregado en diferentes políticos, nombres y líderes de la parroquia de Ibagué.
Sin duda, para el principal cargo de la ciudad, aún hay mucha tela para cortar.
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