¿Qué se juegan el gobernador Barreto y el alcalde Jaramillo en las presidenciales?

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Más allá de la articulación institucional que deberán mantener la Gobernación y la Alcaldía de Ibagué, con Óscar Barreto y Guillermo Alfonso Jaramillo a la cabeza, respectivamente, los intereses políticos y hasta personales de los mandatarios también entrarán en juego con la elección del nuevo Jefe de Estado.

Los dos dirigentes regionales, el gobernador Óscar Barreto, como ‘mandamás’ del Partido Conservador en el Tolima, y el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, político de carrera y dirigente progresista en la región, ya han mostrado su rivalidad durante su gestión, pero ahora sus liderazgos también entrarán en juego. Así lo aseguraron académicos y dirigentes que conocen las movidas políticas en el Departamento.

Como es sabido, el grupo político de Barreto está comprometido con la candidatura de Germán Vargas Lleras, mientras que Jaramillo apoya a Gustavo Petro. En tal sentido, el abogado y excandidato a la Cámara, Gonzalo Parra, aseguró que el Gobernador ve en el exvicepresidente un aliado para afianzar su poder político y favorecerlo en sus líos judiciales.

“Vargas Lleras va a tener una buena votación en el Tolima, a pesar de que las encuestas no lo muestren. Los compromisos con las organizaciones en las regiones no son programáticas, sino burocráticas. Su victoria le iría muy bien al Gobernador, porque tiene intereses particulares. En la organización de Vargas hay personas con el poder y la facultad de decidir en cosas que al Gobernador le importan”, dijo.

Parra, hombre de confianza de Jaramillo, indicó que en un eventual gobierno de Petro, el Alcalde sería una ficha importante con participación en el gabinete. “Seguramente será una ficha que Petro se jugaría en algunos de los ministerios y eso le permitiría al Tolima tener un vocero de sus necesidades”, comentó.

El abogado y columnista Iván Ramírez ratificó que debido a la cercanía de Vargas con la rama judicial, podría ayudar al Gobernador en los procesos que afronta. “Barreto se identifica ahora con Vargas, que no es de extrema, como Uribe, y este respaldo es conveniente dado que el candidato es cercano a la Fiscalía y algunos magistrados”, comentó.

Por otro lado, dijo que siempre ha sido una aspiración del Alcalde igualar a su padre, Alfonso Jaramillo Salazar, en ocupar importantes cargos en el Estado. En concreto, con el triunfo de la Colombia Humana, Jaramillo conseguiría llegar un Ministerio.

“Alfonso Jaramillo Salazar fue gobernador, senador y ministro de Salud. Lo mismo busca Jaramillo Martínez, quien a pesar de ser de ideología liberal, tanto de ancestros como de formación y concepción, muestra un pensamiento social de izquierda”, afirmó.

Dadas estas circunstancias, John Jairo Uribe, docente e investigador del programa de Ciencia Política de la Universidad de Ibagué, consideró que un escenario poco favorable para los mandatarios sería el ascenso de Iván Duque, del Centro Democrático. “Si el ‘uribismo’ pasa a segunda vuelta, el Gobernador tendría que reorganizar sus fuerzas y mirar a quién apoyar y al Alcalde tampoco le conviene”, pues está en una orilla ideológica distinta.

En todo caso, Uribe insistió en que los congresistas de la región y la sociedad deben hacer causa común y elaborar una ‘agenda Tolima’ para que el Gobierno nacional atienda las necesidades de la región. “Ahora cada quien va por su propia agenda y tiene sentido hasta un punto, pero se requiere que trabajemos por proyectos comunes y para eso no solo necesitamos que las élites políticas, sociales y económicas trabajen mejor, sino que exista una presión social”, comentó.

Finalmente, Jaime Eduardo Reyes, excandidato a la Gobernación, aseveró que en el Tolima los resultados de hoy mostrarán si se mantienen las tendencias políticas obtenidas en la elección del Congreso y que tanto influyen las maquinarias partidistas en la elección presidencial.

También dijo que otro tema evaluado hoy será “la veracidad de las encuestas, pues hasta ahora todas tienen resultados similares y de no acertar, será evidente que dichos instrumentos son irrelevantes”.

Según Reyes, otro aspecto que estará a prueba tiene que ver con la credibilidad que el país tiene en la Registraduría Nacional, ya que “en esta elección no pueden presentarse líos como la falta de tarjetones o demoras en la entrega de resultados”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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