Duque gana, pero Fajardo decide

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Un exiguo margen de 260.292 votos, sobre el 99.53% escrutado, le dio a Gustavo Petro la opción de estar en segunda vuelta con Iván Duque. Los apoyos de Fajardo serán decisivos en la contienda.

La diferencia que sacó Gustavo Petro la ganó frente a Sergio Fajardo, quien demostró capacidad y acopió un número muy alto de votos, que, a juzgar por la percepción general, los obtuvo en los últimos días.

Al parecer, la tensión entre las campañas de Duque y Petro hizo que se acumulara un efecto de fatiga en los electores indecisos y la mayoría de ellos escogió a Fajardo. 

Esto es posible también porque tanto el resultado de Duque como el de Petro, y el de Vargas y De la Calle estuvieron en el rango de lo que las encuestas midieron, mientras que el 23,75% de Fajardo estuvo varios puntos por encima del máximo que se le vaticinaba.

Los extremos

Finalmente la mayoría de los electores colombianos optó por lo que durante estos meses se calificó como los extremos, aunque esta sea una clasificación que las dos campañas rechazan constantemente.

Lo cierto es que las posturas de centro sucumbieron en medio del oleaje que levantaron las campañas más beligerantes. El discurso centrista y moderado de Fajardo y De la Calle durante mucho tiempo quedó en la marginalidad de la dinámica electoral y solo vino a activarse significativamente en los últimos días de la campaña, cuando ya fue demasiado tarde para ambos.

No necesariamente es ese el caso de Germán Vargas, quien cayó destrozado por la misma maquinaria en la que se amparó, pues de ese aparato electoral solo recibió algo más de un millón 400 mil votos (7.2%), lo que significa que fue traicionado y abandonado por quienes supuestamente lo apoyaban.

¿Quién tiene la fuerza?

Para el caso de la campaña del Centro Democrático, la primera pregunta es quién tiene la fuerza electoral, o qué tanta fuerza tiene el candidato frente a la que tiene su padrino.

No es posible pasar por alto el hecho de que quien tiene la fuerza electoral y comanda la campaña es Álvaro Uribe, y la corta carrera de Duque Márquez solo ha podido compensarse con la dirección tras bambalinas de Uribe Vélez.

Y si a esta influencia sumamos la capacidad de negociación que, sin duda, tiene el expresidente para moverse en el delicado juego de la alianzas políticas que viene ahora, es de suponer que Iván Duque tiene serias posibilidades de quedarse con la silla presidencial.

Colombia Humana

En el otro bando está Gustavo Petro quien es al mismo tiempo el jefe de su partido, diseñó la propuesta que ha divulgado por todo el país, y toma las decisiones claves de la campaña que lo llevó a la segunda vuelta.

En la memoria colectiva Petro tiene una precepción ambivalente que debe superar si quiere superar su votación: por un lado se le tacha su pasado en el M-19 que, a sectores de centro derecha les causa desconfianza; pero, por otro lado, está su más reciente historial y es el de congresista exitoso que denunció y desarticuló buena parte de la parapolítica, así como desarticuló la corrupción en su propio partido de entonces, el Polo Democrático, al que renunció luego de denunciar a los hermanos Moreno Rojas.

A diferencia de Duque, Petro ha demostrado una gran capacidad de liderazgo y convocatoria que se tradujo en masivas concentraciones populares que lo han convertido incluso en personaje para los más importantes periódicos y revistas del mundo. Su habilidad en los debates también le sirvió para llegar a segunda vuelta.

Pero, la fortaleza de Petro puede ser su debilidad. No está claro si dentro de Colombia Humana no hay líderes capaces de multiplicar la acción de su candidato, o si Petro prefiere mantener una especie de dirección unipersonal que puede limitar mucho su campo de acción, lo que puede ser altamente contraproducente cuando se acerca una campaña de solo tres semanas.

El discurso progresista ha calado muy bien en las clases populares, pero ahora tendrá que encontrar los caminos de contacto con la clase media, para superar a su rival, sin contar con que debe flexibilizar sus posiciones en algunos campos de la política porque le llegó el momento de pactar si quiere llegar a la presidencia.

La recta final

Para los tres derrotados solo queda una decisión por tomar entre un número reducido de variables: respaldan a un candidato, niegan ese respaldo, liberan a sus electores o, simplemente, guardan silencio.

En el caso de Sergio Fajardo la situación se complica porque ha sido una coalición la que lo impulsó y ésta probablemente se desintegre, por lo que quedaría en las manos suyas, las de Claudia López y las de Jorge Robledo, cada uno con su partido, definir si se respalda a Petro, Duque o ninguno. 

En lo que respecta a Germán Vargas Lleras, lo más probable es que su escaso caudal electoral de un millón 406 mil votos, si bien podría determinar la victoria de alguno, no ofrece mucha seguridad sobre la fidelidad de tales seguidores.

Humberto de la Calle queda sin mayor juego político y el Partido Liberal sumergido en lo que podría considerarse la peor crisis en su historia. 

Ganadores y perdedores en el tolima

Una vez más el ‘uribismo’, esta vez con el candidato Duque a la cabeza, se impuso de manera aplastante en el Tolima. Con 284.138 votos (49.59%), el aspirante del Centro Democrático arrasó en todos los municipios del departamento, salvo en Ambalema. 

En segundo lugar aparece Fajardo, de la Coalición Colombia con 117.874 votos (20.57%), seguido por Petro, con 95.458 votos (16.66%).La aspiración de Vargas Lleras, quien tenía como aliado al grupo político del gobernador Óscar Barreto, hizo agua y se ubicó en un penoso cuarto lugar con 49.266 votos (8.59%). Y, como estaba previsto, De la Calle no logró una votación significativa y se quedó con 11.775 apoyos (2.05%). 

A excepción de Ambalema, en todos los municipios dominó Duque. En esta la población del norte, aunque con poca ventaja, ganó Vargas Lleras (1.050 votos) sobre el candidato del Centro Democrático (918 votos).

Gobernador y CR fracasaron

El gobernador Óscar Barreto, cuya organización política estaba trabajando en favor de Vargas, ahora deberá reorganizar sus fuerzas de cara a la segunda vuelta. 

Su poderío regional, reflejado en las elecciones parlamentarias del 11 de marzo, extendiendo su estructura política en al menos 26 municipios, no fue efectivo en esta oportunidad.

Alexánder Castro, uno de los hombres de confianza de Barreto y quien hacia parte del equipo de Vargas en el Tolima, indicó a través de redes sociales: “Esperamos recomposición y alianzas para la segunda vuelta, pensando en el país y en las instituciones, la que más debemos cuidar es la familia”.

Según dijeron analistas consultados por esta redacción, a Barreto le convenía apoyar a Vargas porque tiene asuntos e intereses personales, entre ellos, sus líos judiciales, en los que podía resultar favorecido. 

Emilio Martínez, jefe de Cambio Radical en el Tolima, también salió derrotado. Pese a contar con el apoyo de dirigentes regionales con amplia trayectoria, la colectividad del exvicepresidente no ha conseguido posicionarse en la región.

Ibagué es ‘uribista’

En Ibagué, al igual que en las elecciones parlamentarias, reinó el voto del ‘uribismo’. En la capital del Tolima 109.905 ciudadanos apoyaron a Duque. Pero, contrario al panorama nacional, fue Fajardo quien consiguió el segundo lugar en la ciudad con 76.458 votos.El candidato de la Colombia Humana, por su parte, se ubicó tercero con 41.568 votos.

Se trata, quizás, de un resultado poco favorable para el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, quien nunca ha ocultado su predilección por el proyecto político de Petro, y, según analistas, buscará mover sus fichas para las elecciones regionales. Sin embargo, resulta positivo para el mandatario debido a que en un eventual gobierno de Petro se da por hecho que haría parte del gabinete ministerial. Según se ha dicho, se trata de una aspiración personal de Jaramillo Martínez por equiparar a su padre, Alfonso Jaramillo Salazar, quien fungió como ministro de Salud.

Partido Liberal y la U, desaparecidos

Durante años, la colectividad roja y el partido del Gobierno gozaron de proyección nacional. Hoy la situación es distinta: De la Calle apenas logró el 2.05 por ciento de la votación del Tolima, que, como se dijo, fue de tradición liberal. Mientras que la U, prácticamente desapareció ya que sus votos no se vieron reflejados en esta contienda.

Credito
EL NUEVO DÍA

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