En la Escuela Secundaria José Santos Valdez, ubicada en Durango, México, se desató una controversia luego de que profesores decidieran quemar celulares, cosméticos y otros objetos confiscados a los estudiantes. La medida, que buscaba según los maestros mejorar el ambiente de aprendizaje, ha sido criticada por muchos padres de familia y en redes sociales.

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El castigo, que fue presenciado por varios estudiantes, no ha sido bien recibido por algunos familiares, quienes consideran el acto como exagerado y solicitan una investigación a fondo. Según medios mexicanos, la Asociación de Padres de Familia de Durango también se ha pronunciado en contra de la acción, señalando que este tipo de actos violentos no son el ejemplo que se debe dar en una institución educativa.

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"¿Qué valores podemos inculcar a los niños en una institución donde están viendo actos salvajes?", afirmó el presidente de la Asociación en un medio local.

Como era de esperarse, las opiniones se encuentran divididas entre quienes apoyan medidas disciplinarias más estrictas y quienes rechazan la forma en que se ejecutó este castigo.