“Hemos recaudado un material probatorio consistente en documentos y más de 25 testimonios que serán ratificados cuando la Fiscalía a bien lo tenga”, dijo De la Espriella, quien consideró a demás que “la información recaudada corrobora lo afirmado en las acciones que hoy estamos haciendo a través de una denuncia”.

“Lo único que se busca es justicia y que se reconozcan los derechos de las hijas del maestro Joe Arroyo”, dijo el abogado a los medios y agregó: “No pedimos nada distinto que la ley no les otorgue, de tal manera que esperamos que las autoridades actúen prontamente en un proceso de tanta trascendencia como este, para  evitar que se siga consumando la injusticia de no reconocerle los derechos a las hijas del maestro Joe Arroyo, pero sobre todo para que su muerte se investigue y no quede en la impunidad”.

En este sentido el abogado precisó que ayer interpuso ante el despacho de la fiscal General de la Nación, Vivianne Morales, una denuncia contra la señora Jacqueline Ramón, viuda del maestro Joe Arroyo, y el señor Luis Ojeda, quien fuera su mánager, “por el delito de  homicidio preterintencional”.

“Está documentado, está aprobado y se ha aportado todo el material probatorio consistente en testimonios, material documental y estudios médicos, que dan cuenta de que a pesar de que los denunciados conocían a ciencia cierta el estado de salud del maestro Joe Arroyo, lo sometieron a extenuantes jornadas de trabajo y además de eso le suministraban licor y otro tipo de sustancias”, sostuvo De la Espriella.

“De tal manera que estamos pidiéndole a la Fiscalía  que se revise esa actuación porque a nuestro juicio se configura el delito de homicidio preterintencional, que no es otra cosa que saber que se está haciendo un daño y prever que ese daño puede resultar fatal y no hacer nada por impedirlo”, agregó el penalista.

De la Espriella sostuvo además que “hay unos puntos muy importantes que dan cuenta de la actitud encaminada a configurar un delito por parte de la señora Jacqueline Ramón y el señor Luis Ojeda, que son los siguientes: el ocultamiento sistemático del estado de salud del maestro Joe Arroyo, la suscripción de contratos, la realización de giras y conciertos cuando el cantante se encontraba gravemente enfermo; el suministro de bebidas alcohólicas, las restricción de visitas a familiares para el artista, entre otros”.