La explotación infantil en Colombia, hace parte de una cruel realidad relacionada con altos niveles de pobreza que aquejan a millones de hogares en el país.

A pesar de los múltiples esfuerzos que realizan las autoridades pertinentes por combatir esta práctica que vulnera los derechos de niños y niñas en el territorio, es una actividad todavía persiste.

Se han detectado en diferentes lugares de Colombia, miles de casos de niños que han sido obligados a trabajos forzados, no solamente por personas ajenas, sino por integrantes de sus propios núcleos familiares.

Disminución de las cifras a nivel nacional

De acuerdo con una edición del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para el último trimestre de 2022, de los 10,73 millones de menores con edades entre los 5 y los 17 años registrados en el país, 369 mil trabajaron durante la época de fin de año.

Esto representó una tasa de trabajo infantil de 2,4 %, lo que señaló una caída de 1,4 puntos porcentuales con referencia al mismo perio de 2021.

Se determinó entonces que para el año anterior, alrededor de 139 mil menores de edad salieron de esta condición.

Ibagué se mantiene con índices bajos

Las cifras segmentadas por dominio geográfico, arrojaron que la mayor incidencia de trabajo infantil se apreció en los centros poblados y rural disperso, con 206 mil menores, mientras que para las cabeceras urbanas dicho índice fue de 164 mil.

En Ibagué, la tasa de trabajo infantil fue de 0,8 %, siendo la sexta ciudad en la clasificación en cuanto a cifras de trabajo infantil, quedando muy por debajo de la media nacional de 3,4 %.

Según lo expuesto por el Dane, si se tiene en cuenta que la población de menores entre los 5 y los 17 años de edad en Ibagué es de cerca de 91 mil personas, significa que para el cierre de 2022, por lo menos había 728 niños trabajando en negocios y calles de la ciudad.

Hélmer Parra / EL NUEVO DÍA La informalidad es una de las principales fuentes de empleo infantil.

Otras cifras de interés 

El Dante también evidenció para Ibagué que la población de 5 a 17 años que no trabaja y realiza trabajo doméstico no remunerado en su hogar por 15 horas o más es de 15.197.

Mientras que la población de 5 a 17 años que no trabaja y realiza trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en su hogar por 15 horas o más es de 15.743.

En el total nacional, quienes realizaron trabajo doméstico no remunerado en su hogar por 15 horas o más, fueron 1,18 millones de niños, niñas y adolescentes.

Con esto, la tasa de trabajo infantil ampliada por trabajo doméstico y de cuidado no remunerado fue de 11 % para el total nacional, fue de 9,1 % para cabeceras y de 16,1 % en centros poblados y rural disperso.

Para este segmento las mujeres tuvieron una tasa mayor con 13,7 %, mientras que la de los hombres fue de 8,4 %, exhibiendo una brecha de más del 5 %.

Reportes de casos en la región

María Victoria Fajardo, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) seccional Tolima, indicó que en Ibagué, durante la vigencia 2022, ingresaron al sistema de información misional, SIM, 42 menores en situación de trabajo infantil.

“Mientras que para loque va corrido del presente año llevamos reportados 10 niñas, niños y adolescentes en situación de trabajo infantil”, puntuó la funcionaria.

Asimismo, Fajardo mencionó que en el departamento, durante el 2022 fueron reportados en el SIM 70 menores en la misma situación y para el 2023, van recibidos 12 reportes.

“Las edades en las que más se ven inmersos los menores de edad en situación de trabajo infantil es a partir de los 12 años, identificados en plazas de mercado, lavaderos de motos, talleres y establecimientos del comercio”, detalló la directora del Icbf Tolima.

Afectaciones a los niños

Fajardo, psicóloga de profesión, manifestó que los niños que se ven sometidos a trabajar, pueden desarrollar afecciones de salud, principalmente enfermedades o accidentes por cansancio y excesivo esfuerzo físico. A su vez, el trabajo podría ser un gran impedimento para el desarrollo escolar de los niños, llevándolos a problemas de bajo rendimiento académico o al abandono de sus estudios.

Además, “no disponer de tiempo para jugar, recrearse con sus familias y amigos, asumiendo responsabilidades para las que no están preparados, les impedirá desarrollarse integralmente”, señaló la psicóloga.

Análisis y causas del trabajo infantil

Jorge Humberto Renza, economista y director del Observatorio de Empleo del Tolima (OET), sostuvo que aunque se planteó una reducción significativa de los índices de trabajo infantil en la ciudad, sigue sienda bastante alto el número de niños que se encuentran realizando trabajos, remunerados y no remunerados.

Renza señaló que la cifra ideal de esta actividad, debiera ser cero, no obstante, la realidad económica y social del territorio, permite que la situación sea muy diferente.

“Dentro de las causas del trabajo infantil, hay un aspecto cultural fuerte. Muchas veces esta decisión es voluntaria, sobre todo en el campo, pues el trabajo permite construir identidad, se tiene la idea de que se aprende a ser hombre trabajando”, indicó el director del OET.

El economista abordó otro tema relevante para la proliferación de esta práctica, pues el trabajo infantil contribuye a generar ingresos para el hogar. “Ante la caída tan brusca de las finanzas de los hogares propiciada por la pandemia, algo de lo que aún no nos recuperamos, se entiende la presencia de trabajo infantil en algunos hogares”, acotó Renza.

Precariedad de las condiciones de vida

El director del OET señaló otro aspecto, uno bastante cruel, y es que según sus explicaciones, a ciertas empresas en determinados sectores les conviene esta práctica laboral, al representarles disminución en sus costos operativos, ya que la mayoría de las vinculaciones se da en condiciones precarias.

Además, apuntó a la existencia de otro tipo de trabajo infantil, uno que se combina con el estudio, algo de lo que no se tiene mucho registro, pero que en definitiva, maquilla las cifras registradas.

“Preocupa que el trabajo infantil prolifera en minas, canteras, sectores no desarrollados tecnológicamente y que demandan mucho esfuerzo físico de los niños, implicando un gran riesgo para ellos”, aseguró Renza. 

Estrategias conjuntas en Ibagué

Desde el ICBF a través del Equipo Móvil de Protección Integral EMPI, quienes abordan las problemáticas de trabajo infantil, alta permanencia en calle y situación de vida en calle, en articulación con la policía de infancia y adolescencia y la Alcaldía de Ibagué, desde la dirección de infancia, adolescencia y juventud, se han realizado jornadas de búsqueda activa en puntos críticos de la ciudad.

Así mismo se realizan jornadas de sensibilización y prevención contra el trabajo infantil en las instituciones educativas, como también a través de las atenciones comunitarias que se realizan en los barrios de mayor vulnerabilidad se logra sensibilizar y concientizar a las familias sobre los riesgos y las causas a los que están expuestos los menores de edad en situación de trabajo infantil.

Para seguir combatiendo este flagelo, el Icbf extendió un llamado a la ciudadanía ibaguereña para que  “si conoce algún caso de trabajo infantil, alta permanencia en calle o vida en calle, lo reporten a través de nuestros canales de atención de denuncias a la línea 141 – 018000918080, al correo electrónico atenciónalciudadano@icbf.gov.co o acercándose personalmente a nuestras oficinas de atención al ciudadano ubicadas en los centros zonales Jordán y Galán, y en la Regional del Icbf”.

Las principales razones por las que los menores trabajaron fueron: Le gusta trabajar para tener su propio dinero (37,1 %), debe participar en la actividad económica de la familia (33,3 %) y debe ayudar con los gastos de la casa, ayudar a costearse el estudio (15,7 %).

Dato: Las otras ciudades con menores cifras de trabajo infantil en el país fueron: Armenia (0,3 %), Bogotá (0,6 %), Neiva (0,5 %), Sincelejo (0,7 %) y Quibdó (0,7 %).

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