Transformando el Talento Local

El proyecto Artesanías del Atlántico comenzó hace ocho años, cuando la Gobernación identificó un gran talento entre los artesanos locales, pero con necesidad de mejoras en diseño, color y técnicas. “Les dimos una vuelta completa: capacitaciones en diseño, mercadeo y, sobre todo, los ayudamos a hacer de su arte un medio sostenible de vida”, explica Borrero. Actualmente, el proyecto Sello Artesanal agrupa a 900 artesanos de 12 municipios del Atlántico, como Usiacurí, Galapa, y Tubará, cuyas piezas destacan por el uso de técnicas ancestrales como la talla en madera, el bejuco y la palma de iraka.

El impacto de este proyecto no solo se mide en términos culturales, sino también económicos. Este año, la meta de ventas de un millón de dólares está cerca de alcanzarse, resultado de una estrategia que incluye ferias nacionales e internacionales, así como la comercialización en plataformas digitales. La colección presentada en Vassar, inspirada en los manglares y las aves endémicas del Atlántico, combina tradición con innovación, una fórmula que ha abierto las puertas a mercados como Dubái, Francia, y Estados Unidos.

La Feria Vassar: Un Escaparate para la Artesanía

La feria Vassar no solo es un espacio de exhibición, sino una plataforma para conectar a los artesanos con compradores internacionales. Este año, bajo el lema “Emprendimiento sin Fronteras,” la feria reunirá a 70 marcas de diversas ciudades colombianas. Además, ofrecerá espacios únicos como el Pabellón Cultural y actividades para fomentar el emprendimiento desde la infancia.

Mirando al Futuro

El compromiso de la Gobernación del Atlántico con los artesanos no termina aquí. En mayo de 2025, Barranquilla será sede de AMA, Arte Manual Ancestral, una feria que reunirá a artesanos de los ocho departamentos del Caribe. Este evento, diseñado para atraer compradores internacionales, busca consolidar aún más el trabajo de los artesanos del Atlántico en el panorama global.

Con iniciativas como ésta, el Atlántico reafirma su papel como un modelo de innovación cultural y económica, mostrando que el arte manual no solo preserva la tradición, sino que también puede ser una puerta hacia el desarrollo sostenible.