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En Flandes se encuentran varios de los afluentes hídricos más importantes del país: el río Bogotá, el Sumapaz y el Coello, además es justo en este lugar en donde el Magdalena se ensancha aún más y la velocidad de su corriente pareciera disminuir.
Desde el puente férreo que conecta a Flandes con Girardot se divisa cómo vienen bajando dos ríos diferentes por el mismo cauce: el gigante Magdalena y el oscurecido río Bogotá, que arrastra con esfuerzo toneladas de materiales tóxicos y desechos industriales que recibe desde su nacimiento en la zona rural de Zipaquirá y, sobre todo, en su paso por Bogotá.
La relación entre Flandes y Girardot viene desde su propia fundación. En geografía el término conurbación hace referencia al proceso en que dos o más zonas van creciendo poblacionalmente hasta fusionarse o casi hacerlo. Municipios espejo que se han ido desarrollando uno frente al otro. Los primeros flamencos, como son conocidos sus habitantes, se asentaron en la cuenca del río Magdalena para trabajar en el entonces denominado ‘paso de Flandes’ entre El Espinal y Girardot.
Su primer desarrollo se dio gracias a la pesca. Se convirtió en municipio, el número 43 del Tolima, a través de la ordenanza número 1 de 1949. A la par que su vecino, se constituyó en el mayor puerto agroindustrial de la época.
Testigo de la historia de la aviación en Colombia, cuando los hidroaviones Scadta acuatizaban en el Magdalena, en Flandes se construyó el aeropuerto Santiago Vila, que comunicó durante años a toda la región con el resto del país. Hoy en día, es uno de los mayores atractivos de Flandes, pues se constituyó en un punto estratégico para la práctica de paracaidismo, parapente, vuelos dirigidos, concursos de cometas y recorridos aéreos en el centro del país.
Pero sería el puente férreo construido en 1930 en la línea Bogotá–Neiva, y el puente Ospina Pérez, en 1950, que une por vía carreteable el Tolima y Cundinamarca, las que le darían a Flandes el nombre de la ‘Puerta de Oro del Tolima’. La carretera Panamericana, que vincula casi la totalidad de los países del continente americano, atraviesa a Flandes, lo que le ha permitido obtener recursos de la vía.
Al igual que Girardot, Flandes tiene en el turismo su mayor actividad económica. El río, la pesca y la gastronomía, con variedad de viudos y sancochos de nicuro, capaz, bocachico, y bagres, además de mojarras, truchas o pataló, es ofrecido en numerosos restaurantes a los que acuden por decenas de miles de visitantes cada año, quienes en menos de un minuto pueden, además, caminar por el puente férreo o hacer un tour de bebidas en motocicleta. Los centros vacaciones dan la oportunidad de otro tipo de descanso, más enfocado hacia el aprovechamiento del clima.
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