María Helena Laverde de Valderrama recibe hoy su año nuevo número 100, esta mujer que se convierte en otra de las pocas centenarias que viven en esta ciudad, recibió a EL NUEVO DÍA en su casa, donde estaba rodeada de sus familiares.
Esta mujer que nació el 31 de diciembre de 1914, es una de las pocas ancianas que a su edad, aún puede leer sin anteojos; una mujer que aparte de cumplir esta edad, también la recuerdan sus hijos como una luchadora, pues para sacar adelante a sus cuatro hijos, tuvo que pasar la vida lavando y planchando ropa ajena.
Cuenta Jaime Valderrama, hijo mayor de María Helena, que su madre es natural de Anolaima (Cundinamarca), que tiene entendido que su madre llegó muy joven al Tolima junto con sus padres, sus cinco hermanos y se instalaron en la vereda Alto de Gualanday.
“Mis abuelos, quienes también murieron a una edad avanzada, ambos a los 98 años de edad, se vinieron para este sector de Gualanday, luego mis abuelos Pedro Laverde y María del Rosario, se trasladaron a vivir a Ibagué, al barrio Boquerón, donde ya nos criamos nosotros.
“Toda la vida mi madre lavó y planchó ropa, además de otros oficios caseros para criarnos; me cuenta mi madre que luego de mi nacimiento, quedó embarazada de una niña, pero ella murió recién nacida, posteriormente tuvo otros tres hijos, todos estamos vivos”, narró Jaime.
En la actualidad María Helena tiene a sus hijos Jaime, Yesid, Gustavo y Arnulfo, los cuales tuvo con su esposo ya fallecido, Carlos Valderrama, un hombre que luego de tener a sus hijos decidió irse, pero con el tiempo, ya cuando la soledad lo atacó, decidió volver con María, quien lo recibió después de varios años; su esposo murió hace cinco décadas.
En una vivienda de uno de sus hijos, esta mujer que hoy llega a los 100 años de vida, recuerda la mayoría de los nombres de sus ocho nietos y seis bisnietos, de a poco han desaparecido de su mente los nombres de sus hermanos Luis, Marco, Juan, José y Oliva.
Como anécdota, rememora Jaime, que hace 30 años María Helena tuvo un accidente en su brazo, que la iban a mandar a operar para corregirle la fractura, pero esta mujer les respondió en su momento, para que van a gastar la plata si ya me queda poco tiempo de vida, desde esa vez han transcurrido tres décadas.
Pero ese brazo fracturado no es impedimento para esta mujer, pues con ambas manos debe apoyarse en su caminador para andar por la casa.
Finalmente, se conoció que a María Helena le gusta mucho comer pescado, en especial el bocachico, por lo que hoy en su día, este plato puede ser servido junto a un pastel con la cifra 100.
Sin ayuda
Pese a tener 100 años de edad, esta mujer, cuentan sus hijos, el gobierno la desconoce, puesto que han intentado por todos los medios ingresarla al programa de auxilios para el adulto mayor, pero aunque han llevado toda clase de documentos, le niegan la ayuda.
“A sus 100 años, no ha sido posible que el gobierno le dé el auxilio de tercera edad, siempre responden que hay que esperar, pero parece que mi mamá no tiene ese derecho, pues nos han pedido todos los certificados y todo indica que no le creen que ya está de tan avanzada edad”.
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