No hay un estudio que pueda mostrar que el agro no sea un perdedor neto en los tratados comerciales con Estados Unidos y Europa.
Y en el caso de Corea, acuerdo comercial sobre el que se ha dicho que el agro dejaría de ser una cenicienta, no hay una prueba o demostración de que vaya a ser así.
Así lo estima Aurelio Suárez Montoya, miembro de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas, quién a su vez sentenció que el sector agropecuario del país será un perdedor neto en todos los acuerdos comerciales que adelanta el Gobierno nacional.
Suárez Montoya, quien lleva más de 20 años analizando el comportamiento del agro del país desde sus inicios en Salvación Nacional Agropecuaria y en Unidad Cafetera Nacional, estima que se podría entrar a nichos de mercado, como por ejemplo, con frutas exóticas o cafés especiales, pero que si bien son casos particulares no serán factor determinante para que la economía sea dinámica en el sector agro.
Retó al Gobierno nacional para que en un escenario académico se pongan las cifras sobre la mesa y no se diseñen surcos con números infértiles y ficticios.
En una radiografía que tocó los subsectores más sobresalientes, el investigador concluye que se avecinan malos vientos para los campesinos del país. A su juicio, se lleva una dirección hacia un abismo que no sabemos dónde va a terminar.
Biocombustibles
Según el investigador, la palma y la caña de azúcar se impulsaron bajo la premisa de que serían potenciales exportadores de biocombustibles, principalmente, a la economía americana.
Suárez Montoya argumenta que se está desconociendo la potencialidad exportadora de los Estados Unidos en agrocombustibles, que cada día es mayor. EU con base en soya puede ser uno de los grandes exportadores de biodiesel y con base en maíz es el mayor productor mundial de etanol.
“Lo que aparentemente era la oportunidad de exportación puede convertirse en lo contrario. En 2010, Australia tuvo que ponerle medidas antidumping al biodiesel de soya que llegaba a ese país desde EU. Fue una queja que presentaron productores de Indonesia y Malasia, porque era evidente que EU les estaba quitando ese mercado, soportado en subsidios que lo hacían más económico frente a los costos de producción que ellos manejaba”, agregó.
Los lecheros
En el caso de la leche estima que se va a configurar un diluvio de leche, cuando se sumen las cantidades en forma de quesos, mantequillas, leche en polvo, lactosueros y otros derivados que están contenidos en los paquetes de los tratados con EU, Europa, Mercosur, Chile y México.
“Los cánones del mercado mundial lácteo están sujetos a rigurosas normas sanitarias. En los últimos 10 años no ha entrado un litro de leche a la Unión Europea. En el caso de Corea se dice que vamos a enviarles; pero el dueño de ese mercado lácteo es Nueva Zelanda, la primera potencia mundial, un país que produce cerca de 20 millones de toneladas de productos lácteos y exporta 16”, agregó.
La avicultura
La industria avícola, a juicio del investigador, está contra la pared pues se tiene que enfrentar a los subproductos de la industria americana y no tiene la posibilidad de exportar.
“Partamos de un hecho, la industria avícola colombiana podríamos llamarla de maquila. Su base genética para el desarrollo del huevo y la carne de pollo es importada, y las materias primas básicas (soya, maíz y sorgo) hay que traerlas del extranjero. Es muy difícil que una industria que está estructurada de esa manera, con base en insumos y bienes intermedios importados, pueda ensamblarlos en Colombia y exportarlos de manera competitiva”, agregó.
Además, debe enfrentarse ante una industria muy eficiente como la americana donde el 60 por ciento del pollo (producto final) es un subproducto (pierna pernil y cuartos traseros) que colocarán por miles de toneladas en un nuevo mercado llamado Colombia.
Carne de cerdo
El sector porcicultor no la tiene clara, púes su competidor es EU, uno de los países más eficientes a la hora de producir esa carne.
Pero a lo anterior, se le suma otro agravante.
Según el investigador, hay productos, como la carne de cerdo, que tenían un arancel de 30 por ciento pero que se volverá cero en cinco años.
“Si la norma que están reclamando los norteamericanos que es que desde el momento de la negociación haya desgravación arancelaría, en 2012 entrará por montones carne de cerdo hecha jamones con cero arancel. Es decir, la porcicultura queda de un solo tajo sin protección en la frontera y eso sería caótico para nuestra porcicultura”, dijo.
Tardío rendimiento
En el caso de los cultivos de tardío rendimiento, como caucho y forestales, es probable que Colombia, en una demanda temporal, pueda colocar algunas unidades.
Sin embargo, para el experto, hay que partir de un hecho: Colombia es un país tomador de precios de los mercados y no formador de ellos; es decir, no se tiene preponderancia en ningún mercado para poder ser la voz mandante en ellos.
Los precios están establecidos y son manejados.
Carne biológica
Frente a la posibilidad de colocar carne biológica en los mercados externos, Suárez Montoya estimó que no es una novedad, pues en el mercado de EU hay carnes ecológicas y orgánicas de categoría Prime de altísima calidad. Lo mismo ocurre en Argentina, Uruguay y algunas ganaderías brasileras ya están en esa tónica, al igual que las europeas.
Estima que Colombia lo que tiene que hacer es pelear por tumbar las barreras sanitarias y fitosanitarias que le imponen y que en ningún tratado se han franqueado de manera automática.
“Por el contrario, la ganadería es seriamente amenazada ya que se va a venir carne importada de EU y Europa al por mayor. Los subproductos cárnicos, por ejemplo, las vísceras van a entrar con cero arancel desde el primer año de vigencia del tratado”, sostuvo.
Arroz
Los arroceros han dicho que se le medirán al TLC con EU. Para el experto es una actitud loable y patriótica; sin embargo, tienen que caminar en terrenos más que fangosos y se debe hacer con sumo cuidado.
“En el caso de los contingentes, como el arroz, estamos hablando de 79 mil toneladas que entrarán sin arancel en el primer año de vigencia del tratado. Pero cuando usted coge otras toneladas adicionales e incluso pagando un arancel del 80 por ciento, cargando los costos logísticos y con una tasa de cambio de cerca de US$1.750, ese arroz entraría más barato que el precio que tiene el arroz blanco hoy en Colombia”, sentenció.
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