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En horas de la mañana, la entrada de Playa Hawai fue un caos. Con la cancelación del Jamming Festival 2022, en la zona solo se respiró zozobra e incertidumbre, pues el daño económico para varios sectores de la ciudad es profundo.
Desde temprano, un gran cúmulo de vehículos particulares y camiones de carga se parquearon a los lados de la vía con el propósito de obtener información y en el caso de los transportadores para descargar diferentes alimentos sin saber que el evento se había cancelado.
Óscar Berbeo, secretario de Gobierno, arribó a la zona para conocer la situación y dialogar con comerciantes locales y nacionales. “Para la administración es triste y doloroso que se esté presentando esta situación. Rechazamos que esto se haya suspendido y creo que son ‘chimbos’ los argumentos que dio el Jamming Festival. Abriremos la ciudad para que la gente que está llegando a Ibagué encuentre espacios de esparcimiento seguros y garantizados por las autoridades y nuestro comercio local”, anunció el funcionario.
Saqueos y derrotas para comerciantes
La controversia es, indudablemente, un ‘descalabro’ para los diferentes emprendedores de la ciudad quienes tenían dispuestos varios productos para vender durante este fin de semana. Andrés Cuartas, un comerciante de comida, dijo que “tenemos más de tres mil productos perecederos y no perecederos para las ventas que estaban previstas para este fin de semana. Tengo más de 600 tamales, 1.600 gaseosas, tres lechones para 600 personas y 1.200 pinchos. Es comida avaluada en 20 millones de pesos que no sabemos cómo vamos a vender”.
Del complejo recreacional, una gran cantidad de comerciantes que habrían pagado por su estand empezaron a salir notoriamente molestos y entristecidos. Se conoció que en hechos confusos, los artículos que habían dejado la noche anterior fueron saqueados al interior de Playa Hawai.
Víctor Hernández, miembro de uno de los consorcios de artesanos vinculados al festival, dijo que “estábamos organizando los estand cuando los organizadores nos pidieron que ingresáramos la mercancía. Nos aseguraron que habría vigilancia y seguridad.
“Pero ellos sabían que esto se veía venir porque muchos artistas cancelaron su participación en los últimos tres días. Varios de nuestros artesanos vienen de Boyacá, Cauca, Casanare, Bolívar”.
Y agregó que en la mañana del viernes, “cuando llegamos, todo estaba totalmente saqueado. Las maletas estaban ‘vueltas nada’, las rompieron y se llevaron todo lo que pudieron, hasta las gaseosas”.
Alba Mesa, comerciante, refirió que “nosotros somos artesanos de Bucaramanga, trajimos alrededor de 4 millones de pesos en artículos. Ayer nos mandaron para un hotel sobre las 8 de la noche. Según lo que nos contaron los vigilantes de Playa Hawai, sobre la medianoche, los organizadores hicieron una reunión y ahí le informaron a los trabajadores de logística y miembros de la seguridad privada que no les podían cancelar sus servicios y les recomendaron que se ‘pagaran’ con lo que encontraran”.
Y denunció que: “me robaron pulseras en oro laminado y en acero, collares artesanales, bisutería, camisetas pintadas a mano, sombreros. Al llegar en la mañana, encontramos las maletas ‘revolcadas’ y rotas. Tocó envolverlas en cinta para que no se abrieran. Cuando llegamos a preguntar dentro de las instalaciones, no había nadie que nos atendiera. Todo el mundo se voló. Sobre las 7 de la mañana nos enteramos de que el ‘Jamming’ se había cancelado. Además, alcanzamos a ver gente saliendo con mercancía robada”.
Mauricio, quien trabaja el tema de artesanías a partir del reciclaje, agregó que “no esperamos que nos vayan a retribuir algo, el tema es que se haga justicia con los responsables de esto, porque a todos los gremios nos afectó la cancelación. Nosotros llegamos a las 6 de la mañana. Yo vi mucha gente sacando cosas, lo que se me hizo muy extraño. Observé personas cargando carpas, bultos, ventiladores y ropa”.
Ricardo Herrera, líder de la fundación Creando Artes y Oficios de Bogotá, manifestó que “nosotros estábamos pagando por el espacio y la carpa. La seguridad, en horas de la madrugada, se transformó en inseguridad. Los primeros días en los que hicimos enlace con Casallas, me pareció una persona muy cordial.
“Esa zona (en la que nos iban a ubicar), era el ‘Jamming Social’, dispuesta para artesanos y productores. Desde la Fundación se calcula una pérdida de 36 millones de pesos entre todos los saqueos”.
Además, se conoció que sobre las 10 de la noche cortaron la energía para sacar rápidamente a los comerciantes de la zona. La empresa logística es la principal sospechosa del saqueo generalizado.
Un proyecto llamado ciudad
Frente a la gran pérdida económica que sufrieron varios emprendedores de Ibagué, algunos sectores se unieron para encontrar espacios y poder ayudar a las ventas de los damnificados.
Tras el aplazamiento del Jamming Festival, la Gobernación del Tolima anunció su apoyo a los microempresarios que habían dispuesto sus esfuerzos para el desarrollo de este certamen a través de una programación de otros eventos para todo el fin de semana.
“Invitamos a todos para que apoyemos a nuestros empresarios y emprendedores que día a día luchan por mostrar lo mejor de nuestra región. Yo le compro al Tolima”, afirmó Érika Ramos Dávila, secretaria de Desarrollo Económico del Departamento.
A su vez, Comfenalco Tolima anunció que como apoyo a los emprendedores, ofrecerá un espacio en el Centro Recreacional Urbano ubicado en la vía a Picaleña para que los próximos 20 y 21 de marzo puedan ofrecer sus productos en el marco de sus actividades dispuestas para el mes de la mujer.
La Uniminuto también se unió a la causa, apoyando a los afectados a través de sus redes sociales compartiendo toda información sobre emprendimientos, actividades culturales y promoviendo la compra de los productos que iban a ser ofertados en el festival.
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