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Esta semana se dio a conocer una denuncia por parte de un habitante del conjunto residencial Algarrobo en el sector del Complejo Residencial Arboleda del Campestre (Crac) en la comuna Nueve de Ibagué.
El denunciante dejó ver por medio de un video cómo el agua que recolectada en un pequeño tanque de su vivienda, contenía algunas partículas de sedimento y cierta cantidad de agentes microbianos.
“Esta mañana lavé la alberca, la volví a llenar y miren cómo nos está llegando el agua aquí a Algarrobo… No solo es sedimento, también hay unos ‘bichitos’ que se mueven por ahí”, relató el denunciante en el video.
Agua con sabor a ‘distrito de riego’
Ante esta situación vuelve a quedar expuesto el debate sobre la calidad del agua que consumen los habitantes del Crac, el geólogo y ambientalista Jonathan Ortíz, quien ha realizado un seguimiento constante al tema, y posteó la denuncia en sus redes sociales, aseguró que estas aguas contienen diferentes agentes contaminantes.
Ortíz señaló que el canal Laserna, lugar desde donde se capta actualmente el agua que surte a la población del Crac, es una obra de ingeniería que representa un canal abierto que recoge aguas del río Combeima, destinado para uso agrícola, pero que en 2016, Cortolima le dio un cambio a su uso para el abastecimiento doméstico y consumo humano.
“El problema de estas aguas, es que pasa por gran parte de Ibagué, donde se tienen tres plantas de tratamiento de aguas residuales, la ciudad vierte la mayor cantidad de sus aguas servidas directamente al río, y para efecto del canal, toma las aguas servidas”, indicó el ambientalista.
‘El agua no es apta para el consumo humano’
De acuerdo con la explicaciones de Ortíz, las aguas de este canal se tratan en una plantas de tratamiento convencional, en la cual se eliminan ciertos factores, pero no metales pesados, algo que hace que a mediano y largo plazo, le acarree problemas de salud de quienes se expongan a estas aguas.
Ever Contreras, habitante de uno de los conjuntos residenciales de la Crac, manifestó que los inconvenientes que han tenido con la potabilidad del agua en su zona es un tema de vieja data.
Contreras indicó que la Contraloría General de la República (CGR), Gerencia Tolima, con anterioridad había rendido un informe en el que se dictaminó que “estamos consumiendo agua potable no viable y que pone en riesgo la salud de los habitantes del sector”.
Alto riesgo de contaminación
En dicho informe se concluyó que el agua captada del río Combeima a través de los canales de riego, ha sufrido profundos impactos tras su paso en la ciudad por el canal de Mirolindo y diferentes puntos, donde comúnmente caen aguas servidas, aguas escorrentías de vías urbanas y lotes de cultivos, que finalmente terminan en la laguna La Esmeralda, ubicada en el predio San Rafael II, la cual es bombeada a la planta de tratamiento de agua potable.
La CGR apuntó a que dentro de las posibilidades de una gran carga contaminante, el agua que llega a la Arboleda Campestre podría estar contaminada con valores perjudiciales de organoclorados y organofosforados, lo que deriva en intoxicaciones en el ser humano de ser consumidos por alguna vía posible.
Algo que ‘huele muy mal’
En denuncias adicionales relacionadas con el agua que llega a las viviendas del Crec, algunas personas apuntaron a que la situación tuvo su origen desde el mismo momento en el que se planeaban las construcciones, cuando fueron otorgadas las licencias bajo los supuestos que a la fecha de su culminación se encontraría el funcionamiento del acueducto complementario, así como el ‘Tanque de la Fiscalía’.
En este sentido, se entregaron licencias urbanísticas bajo parámetros que se incumplieron dejando expuestos a los residentes ante una mala calidad del agua para su consumo, tanto así, que algunos habitantes, aseguran que aparte de los sedimentos que en algunas ocasiones salen de los grifos, también se han logrado detectar olores similares a los expelidos por las alcantarillas.
En el seguimiento que se le ha efectuado al canal de Mirolindo en la ciudad, el cual transporta aguas del río Combeima, se estableció que los canales abiertos se encuentran sujetos a múltiples cargas contaminantes.
DATO
Actualmente el ‘Tanque de la Fiscalía’ está en completa quietud, luego de algunas consideraciones administrativas entre la Alcaldía de Ibagué y el Consorcio Atria.
Algunos estudios han determinado que en los canales de riego del arroz en la región se han encontrado cantidades anómalas de plomo y cadmio.
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