De los recursos, la Administración central, a través de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, aporta $7.950 millones y por parte del Ibal son $516 millones 914 mil. 

Desde la empresa de acueducto y alcantarillado se ha insistido en la necesidad de poner a andar este proyecto que desde el 2015 viene resonando, pero que hasta hoy permanece como una obra sin concluir en la capital tolimense. Es de resaltar que en la Administración de Luis H. Rodríguez se abrió un proceso con la Secretaría de Desarrollo Rural por $9.970 millones para ejecutar el trámite que nuevamente debe salir a licitación, esta vez por un valor de que alcanza en un 80 % la inversión que se hizo entonces.   

Además su instalación es parte importante en la culminación de todo el proyecto Acueducto Complementario. Así aparece establecido en el contrato de consultoría realizado en ese entonces por el consorcio IEH Grucon-Profinvest; además, porque de su construcción y posteriores interconexiones dependería el suministro de agua para la comuna Nueve y zonas de expansión.

Cabe destacar que aunado a la suspensión de la obra, la misma a la fecha está envuelta en líos jurídicos, pues el contratista elegido para adelantar la obra en la era Luis H. asegura que existió un incumplimiento del Municipio, mientras que la Alcaldía señala que fue al contrario. 

Recientemente se conoció que el tanque de 10.000 metros cúbicos, proveniente de Inglaterra, que tenía en una bodega el contratista hace varios años, pasó a manos del Ibal, quien tomó la decisión de reiniciar dicha intervención. 

La propuesta para la instalación

Con los recursos contemplados bajo convenio, lo que se espera es que se ejecuten las obras necesarias para la instalación de un tanque de almacenamiento de 10.000 metros cúbicos en “material de vidrio fusionado al acero y domo en aluminio”. 

Además se pretende que se construya una placa en concreto estructural masivo, que será la base y cimentación del tanque. Cabe resaltar que lo que se había construido como base por el consorcio Atria, el hierro que estaba en la zona, fue robado en el 2021 ante la no vigilancia de la zona. 

Según lo expuesto por el Ibal, se requieren además obras para protección catódica, para evitar la corrosión del metal y se prevén excavaciones, demoliciones, rellenos y retiro de sobrantes. 

Con los recursos asegurados, desde el Ibal se deberá proceder con el proceso de contratación. 

Para la interventoría se pretende que se asignen $610 millones 447 mil. 

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