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“El que remienda, no estrena”, así empieza la carta que la Veeduría Agua para Ibagué, Vapi le envió a la ministra del deporte, Astrid Bibiana Rodríguez Cortés, ante la preocupación que hay por el estado en el que está quedando el Coliseo Mayor, y está próximo a ser entregado.
En lo corrido del inicio de obra a la fecha, se han denunciado incontables irregularidades en la estructura metálica, los concretos arquitectónicos (pantallas, graderías, vigas), los pisos en adoquín, las cunetas recolectoras de aguas lluvias, los banderines instalados en el perímetro de la fachada, la grama, entre otros.
Sin dejar de lado, los incumplimientos por parte del contratista, los sobre costos de la obra, por lo que se le hace un llamado a la entidad gubernamental para que proceda de conformidad, pues, hasta el 13 de julio del 2023 según Vapi, no existía sanción para el contratista y la interventoría.
“Las actividades que tienen mayor preponderancia en esta obra, han venido siendo remendadas / resanadas, intentando subsanar sus malas ejecuciones (...) Muchas de estas no tienen arreglo posible y su maquillaje a través de labores estéticas es altamente inconveniente”, se acotó en el escrito firmado por Luis Fernando Díaz.
Hechos calificados como inauditos por la veeduría, quien además cuestionó que se haya permitido el avance de la edificación cuando había conocimiento de las problemáticas que van en contra de lo que es una obra de calidad, de lo acordado en el contrato, de las especificaciones técnicas de obra civil y demás normativas.
“¿Por qué la interventoría y el supervisor de este contrato, permitieron este disparate?, todo indica que existe una conveniencia entre los encargados de ejecutar y supervisar esta obra”, se sostuvo desde Vapi.
Sumado a lo anterior, se le preguntó a la ministra respecto a quién iba a recibir a satisfacción la obra, y ordenará el pago restante y quién iba a asumir los costos de reforzamiento de la estructura metálica, y si fueron actualizadas las pólizas del contrato de obra.
¿Responsables?
“Sin temor a equivocarnos, la mayor responsabilidad recae en la interventoría de obra, la cual fue contratada por el Ministerio del Deporte, quien a su vez funge como Supervisor del contrato de interventoría de obra”, contextualizó Díaz.
Agrgeó que la Secretaría de Infraestructura municipal también tenía compromisos por asumir al ser contratante de la obra, “esta entidad es y ha sido cómplice de todo lo que hemos venido denunciando años atrás, trayendo a colación que esta obra estuvo suspendida durante siete meses, la realidad fue que las obras continuaron a la vista de todos”.
Es de recordar, que la veeduría Más Tolima, después de una reunión con varios entes a comienzo de mes, puso en conocimiento mediante redes sociales que la obra aún no tenía garantía de la estructura metálica, como tampoco los recursos para administrar el escenario que estará a cargo del Imdri.
Y que la interventoría había puesto en conocimiento que existían más de 700 no conformidades que el contratista no había cumplido.
La secretaría de Infraestructura, Sharon Guzmán hace pocos días le comentó a esta redacción que se le iba a exigir una mayor vigilancia al interventor, como también, el rubro que se le adeuda al contratista no se cancela hasta recibir a feliz término la obra.
“Estas estructuras, lo que en realidad son, es un monumento a la chambonería, la irresponsabilidad y la incompetencia absolutas. Ni Ibagué, ni ninguna población del mundo merece recibir tan humillante trato”, Vapi.
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