“A mi hijo me lo quemaron” Habló mamá de interno del Coiba que apareció incinerado en su celda

Crédito: Foto archivo.Según la versión del Inpec, Juan Sebastián, le prendió fuego a la colchoneta y las llamas se propagaron por la celda.
Pastora Ramírez, madre de Juan Sebastián Atehortúa, el interno del Coiba de Picaleña que permaneció seis días en el pabellón de quemados del Hospital Federico Lleras Acosta, asegura que a su hijo le prendieron fuego. 
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El joven murió la mañana de este lunes. Tenía quemaduras en el 85 por ciento del cuerpo. Según le explicaron los médicos a la familia, tenía las vías respiratorias y los principales órganos quemados. 

En diálogo con Q'HUBO, la señora Pastora, recordó que el miércoles 9 de agosto, su hijo la llamó a las 7 de la mañana. “Él estaba muy contento porque ese día a las 10, iban a ir los funcionarios de la Procuraduría. Por fin, después de tanto luchar, lo iban a trasladar para la cárcel de Armenia. Es que desde que mi hijo llegó al Coiba lo tenían amenazado”, dijo. 

Añadió que su hijo no le cayó bien a los plumas del patio, por sus creencias, y le habrían dicho que lo iban a matar. 

“Mi hijo sufría de esquizofrenia. La enfermedad le empezó a los ocho años, pero nunca expresó que quería hacerse daño. Él se tomaba los medicamentos y estaba bien. Allá en la cárcel se burlaban de él, le decían que era la Santa Muerte y hasta lo torturaron”, relató. 

De acuerdo con el testimonio, hace unos meses lo maltrataron y otros internos le tatuaron los nombres de sus familiares en la cabeza. “A él le gustaban los tatuajes, pero lo tatuaron a las malas, con unas letras muy feas. Le dijeron que eso era para que tuviera a la familia en la cabeza. A él me lo mataron para que no hablara más. Yo conocía a mi niño. Cuando me llamó me dijo: cuchita me van a llevar para Armenia para que nos veamos más seguido”. 

 

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¿Amarrado?

La progenitora insiste en que la muerte de su hijo no fue accidental: “Yo lo vi y estaba quemado más una parte que otra, como si hubiera estado de medio lado. Además, en la cintura no se veía quemado, tenía una marca como si lo hubieran amarrado”. 

En medio de lágrimas, la mujer recordó que hace un mes no visitaba a Sebastián porque precisamente por las amenazas de muerte había restringido las visitas. 

“Yo tengo cáncer y él me decía: Cuchita ahora voy a estar más cerca y usted se me va a mejorar más rápido”.  

 

No le avisaron 

En palabras de Pastora Ramírez, ningún funcionario del Inpec le informó que su hijo estaba en el hospital. “A mi me avisó una persona que estaba pendiente de mi hijo. Mi avisó a las 8 de la noche. De una vez viajé a Ibagué. Al día siguiente un funcionario del Inpec me dijo que ellos extrañaron a mi hijo cuando los internos salieron a desayunar y los contaron y él no estaba. Que supuestamente fueron a la celda y ahí estaba quemado. Eso no concuerda porque ellos salen a desayunar muy temprano y mi hijo me llamó a las 7 de la mañana. Además, imposible que no hayan visto el fuego ni sentido el olor”.  

 

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Cifra

 

5 días duró el hombre intubado en el pabellón de quemados. 

 

Tenía 30 años 

El interno tenía 30 años y era natural de Armenia. Estaba privado de la libertad desde febrero de 2023. Cumplía condena por el delito de hurto calificado y agravado. Era padre de cuatro menores de edad.  

 

 

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Credito
REDACCIÓN JUDICIALES/Q´HUBO

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