Los más de 150 connacionales llegaron a Cúcuta, luego de ser detenidos entre el sábado y domingo. 

Luis Alberto Pérez Díaz, uno de los ciudadanos devueltos, expresó que en Caracas quedaron su esposa y dos hijas pequeñas, al tiempo que denunció malos tratos por parte de los funcionarios de los cuerpos de seguridad de ese país, pues les “robaron” su dinero y pertenencias. “Me dijeron que mi cédula estaba chimba, después que nos las dieron allá (en Venezuela)”. 

“Reconozco que me detuvieron por indocumentado, pero nosotros solo vamos a trabajar”, expresó Jeison Martínez, quien resaltó que fue retenido por la Guardia Nacional en Mariche cuando iba de la carpintería en la que laboraba a su casa. 

Jair Fernández también se unió a las quejas por los malos tratos que, aseguran los deportados, recibieron de los uniformados venezolanos. Afirmó que fue golpeado por un policía y los mantuvieron incomunicados por un largo período. 

Algunos colombianos recalcaron que las autoridades del vecino país no tuvieron ninguna consideración con ellos, los encerraron en un calabozo mientras procesaban la deportación. Sólo los dejaron con la ropa que portaban al momento de la detención y durante un largo lapso no les suministraron bebida, ni alimentos. Pidieron al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos defender sus derechos y frenar los atropellos contra los connacionales. 

Claudia Barón, directora de Migración Colombia, Regional Oriente, manifestó desconocer el número exacto de ciudadanos devueltos y añadió que atienden cada caso para brindarles la ayuda humanitaria y la asistencia que necesitan. 

Hasta febrero de este año, 285 colombianos han sido deportados, expulsados y repatriados: 263 regresados por no tener papeles al día, 15 expulsados por tener documentos falsos o por haber cometido delitos y 7 menores repatriados. La primera deportación se presentó a mediados de enero, la segunda a principios de febrero y este sería el tercer procedimiento masivo en lo corrido del 2015.