William Ospina, en su campaña por la Gobernación del Tolima, ha insistido en la necesidad de recuperar el liderazgo del departamento a nivel nacional, reinventando la democracia regional a partir de escuchar directamente a la comunidad, entendiendo que el gobernante es ante todo un servidor de la sociedad. Es decir, concretando propuestas que permitan el renacimiento de la esperanza, o sea, presentando opciones de progreso para un tiempo nuevo.
En esos diálogos en el territorio (Norte, Sur, Oriente, Occidente), se deben estructurar, democrática y constructiva mente, los ejes fundamentales de una visión de desarrollo integral, en especial en relación con aquellos que William considera “recursos sagrados de la comunidad”, con énfasis especial en el rescate en cada lugar, de los ríos, pisos térmicos y demás riquezas naturales, acompañadas de didácticas expediciones geográficas culturales.
Un tema especial en esta perspectiva de desarrollo, está centrado en salvar el Río Magdalena, concebido dentro de un proceso de integración de regiones que parte, para dicho reto en concreto, de la unidad objetiva y trascendental de Bogotá y el Tolima Grande, en esa estrategia
Obvio, que dentro de los propósitos esenciales de desarrollo integral, enunciados por William Ospina, se encuentran la priorización de políticas dirigidas a combatir eficazmente la pobreza, gobernar en austeridad con eficacia, sin politiquería, sin clientelismo, sin corrupción. Respaldar y aportar en la incidencia de desarrollo regional con agua potable. Igualmente, avanzar en lo relacionado con la modernización en el cultivo y comercialización del café y la defensa del medio ambiente- ecológico.
Claro está, dicha propuesta requiere avanzar en lo cultural: en memoria histórica, en divulgación y conservación de los símbolos de la cultura tolimense, en la creación de Casas de la Amistad y Convivencia, e implementación de la conexión satelital en todos los municipios.
Lo anterior, para volver o regresar, a la región grande de nuestros ancestros. También, volver o convertir de nuevo, a nuestro Tolima en Grande. En definitiva, cada uno de nosotros, - para empezar- tendrá que responder lo que entienda a su manera por este llamado a “volver”. Ahí, parece que está el secreto en el mensaje de William. En definitiva, y que quede bien claro, vale la pena Volver al Tolima Grande.
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