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Aunque Ibagué no se encuentra en zona de influencia directa, cerramos de manera preventiva el acceso al Parque Nacional Natural Los Nevados y diseñamos estrategias para enfrentar la caída de ceniza en los afluentes que abastecen la ciudad. A penas conocimos la determinación del Servicio Geológico Colombiano, tuvimos muy claro dos cosas: Por un lado, la urgente necesidad de adquirir insumos para la nivelación del PH del agua para el consumo humano; y, garantizar a largo plazo la potabilización del líquido vital, cosa que se viene haciendo con la modernización de las Ptap 1 y 2 de La Pola, optimización de Chembe, la nueva Ptap en Arboleda del Campestre, y el inicio de obras en la Planta de Tratamiento de Agua Potable en los barrios del sur.
Asimismo, es importante resaltar que nuestra Administración entregó dotación y maquinaria nueva al Cuerpo Oficial de Bomberos, invirtiendo más de $10.000 millones en equipamiento, trajes de protección, cuatro vehículos extintores de incendios, y un nuevo carro escalera, esto, teniendo presente que las maquinas existentes tienen más de 40 años de antigüedad. En ese orden de ideas, contamos actualmente con un Cuerpo de Bomberos robusto y listo para enfrentar cualquier dificultad y servirle a los tolimenses.
Por otro lado, también se debe traer a colación el kit de maquinaria amarilla que entregamos para las 144 veredas y 17 corregimientos de la Capital Musical. Una inversión de $2.500 millones que beneficia a 36.000 campesinos ante cualquier eventualidad en la zona rural.
Sumado a lo anterior, la red hospitalaria de la ciudad se ha incrementado y fortalecido considerablemente en nuestro Gobierno, estando preparada para atender a cientos de personas en una crisis, y no hago referencia exclusiva a la USI de Picaleña, donde ya se ofrece el servicio de consulta externa, hago alusión a todas la estrategias y medidas que permitieron incrementar la capacidad de nuestra infraestructura hospitalaria, como camas UCI y servicios de salud, especialmente durante pandemia.
Como la resurrección del Hospital Federico Lleras Acosta sede El Limonar; reapertura de la Clínica Minerva; recuperación de la Clínica de la 60, Keralty, la cual se debatía para establecerse en otras ciudades y gracias al apoyo de esta Administración con la gestión entre Pijao Salud y Clinaltec, se concretó el convenio para atender sin barreras a 13.000 afiliados.
Las ciudades están constantemente sometidas a cualquier eventualidad natural, por eso es indispensable que su capacidad para gestionar, prevenir y enfrentar un desastre, sea tarea de todos los días. Así lo hicimos durante todo nuestro Gobierno y lo seguiremos haciendo en esta alerta naranja.
Por último, nunca sobra expresar nuestro deseo de contribuirle al departamento y poner esta ciudad a completa disposición de los tolimenses. Nuestra raza y sangre son la misma, somos hermanos y siempre estaremos ahí para ustedes; cuentan con una capital departamental para lo que necesiten. Lo hicimos cuando ocurrió aquella tragedia de 1985 en Armero, y lo haremos cuantas veces sea necesario.
Ruego a Dios todo poderoso que no suceda nada, pero si llegase a pasar, Ibagué estará en primera línea, trabajando por su gente y sus paisanos.
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