Para el 2011, las FARC continúan siendo uno de los principales factores de perturbación, especialmente en los municipios del sur del Tolima donde opera su Comando Conjunto Central.
Las autoridades han sido enfáticas en negar la presencia de Bacrim o paramilitares en el territorio tolimense. Aceptan sólo el accionar de delincuencia organizada. Sin embargo, las denuncias de la ciudadanÃa en la DefensorÃa, la FiscalÃa y los mapas de riesgo de Acción Social, hacen pensar que sà existen Bacrim.
La nueva correlación de fuerzas en lo local, empujada por las detenciones de lÃderes de diversas colectividades polÃticas, ha transitado con la debilidad de los partidos, el clientelismo, la corrupción, las maquinarias electorales y la persistencia del conflicto armado.
El panorama muestra presencia de grupos ilegales, homicidios polÃticos que permanecen en la impunidad, atentados y amenazas contra dirigentes polÃticos y populares; desapariciones, secuestros y boleteos, y la desviación ilegal de recursos públicos, sumados a la corrupción en el ejercicio electoral, que ha “costeñizado†la polÃtica, convirtiéndola en un proceso donde lo fundamental es el dinero para comprar votos y conciencias, sin importar su procedencia.
En medio de este horizonte, la DefensorÃa alerta que 14 municipios presentarÃan algún factor de riesgo electoral, nueve municipios en riesgo alto y cinco en riesgo medio. La Misión de Observación Electoral MOE, en agosto pasado, alertó sobre 28 municipios en riesgo electoral repartidos en dos bloques, uno en el norte del Tolima que incluye a Mariquita, Honda, Villahermosa, Murillo y LÃbano.
Y otro en el sur, desde San Antonio hasta Planadas, pasando por Rioblanco, Ataco y Chaparral. En doce la situación serÃa más grave por la posible manipulación de la información, la corrupción del voto y el constreñimiento al elector.
En el Sur el mayor riesgo estarÃa representado por las FARC, con algo de presencia de Bacrim asociadas a minerÃa ilegal. En el Norte, es fuerte la presencia de estructuras armadas ilegales surgidas después de la desmovilización de las AUC, junto con la presencia de las FARC aliadas con reductos del ELN. De los 10 municipios que describe el Observatorio de paz y derechos humanos de la Universidad del Tolima con mayor desplazamiento forzado, ocho están en la lista de la DefensorÃa y todos en la de la MOE.
Por las calles de Ibagué y de los municipios se escucha decir que nunca se habÃa visto tanto dinero como en estas elecciones. Se dice que el mayor riesgo para unas elecciones limpias serÃa la corrupción del voto, especialmente financiada con recursos públicos. Que la plata del Estado, utilizada para beneficio particular y politiquero, serÃa la que definirÃa las elecciones. El derroche es evidente: vallas, pancartas, pendones y pasacalles electorales inundando el paisaje, saturación de cuñas radiales, perifoneos en barrios y veredas, afiches en sitios prohibidos y regateos por compra de lÃderes y apoyos electorales.
Son cotidianas las denuncias sobre la presencia de funcionarios públicos y dineros ilÃcitos participando en polÃtica. Las investigaciones prometen ser exhaustivas…Las autoridades juran total imparcialidad… ¡Pero las elecciones permanecen en evidente riesgo y peligro!
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