Agro Ingreso Seguro en EE.UU.

Mauricio Cabrera Galvis

Es bien conocido que los subsidios a la agricultura en Estados Unidos son uno de los elementos que más distorsionan el comercio mundial, demoliendo los mitos de la libre competencia y las ventajas comparativas. Lo que no es tan conocido es que la repartición de esos subsidios tiene defectos similares a los que tuvo el programa AIS en Colombia: concentración en unos pocos privilegiados, asignación a multimillonarios que no los necesitan y maniobras fraudulentas de fragmentación para superar los límites establecidos.

La magnitud de los subsidios agrícolas en Norteamérica es impresionante. En los últimos 20 años fueron USD 391.000 millones –un monto superior al PIB anual de Colombia- , es decir casi USD 20.000 millones por año, de los cuales el 77% se concentró en solo el 10% más rico de los beneficiarios.

Como si esto no fuera suficiente, para compensar a los agricultores del impacto de su guerra comercial con China, Trump creo otro multimillonario programa de subsidios, (Trade Aid package), al que destinó USD 12.000 millones en el año fiscal 2018 y acaba de aprobar otros USD 16.000 millones para este año.

En 2018 el programa tuvo tres componentes: el primero, pagos directos por cerca de USD 10.000 millones a productores de soya, maíz, algodón, sorgo, trigo, cerdos y leche; el segundo de compras directas de excedentes de 29 productos alimenticios por valor de USD 1.200 millones, y el tercero USD 200 millones destinados a la promoción de exportaciones agrícolas.

Aunque allá no hay Revista Cambio que denuncie la corrupción en la distribución de esos subsidios, si hay ONGs que investigan como fueron distribuidos. Una de ellas, (Enviromental Working Group ) analizó los datos oficiales sobre el programa y encontró que allá también la mayor parte de las ayudas las reciben los más ricos. Aunque el tope legal del subsidio era USD 125.000, algunos recibieron más de USD 2 millones y el 1% de los beneficiarios recibió en promedio USD 185.000, mientras que el 80% recibió solo USD 5.000. Según la revista Forbes desde 2008 los 10 mayores beneficiarios de subsidios recibieron en promedio USD 1.8 millones por año.

Cómo se repartan los gringos su plata es problema de ellos. Lo que nos debe preocupar a nosotros es el impacto de esos subsidios sobre los agricultores colombianos. Todo el presupuesto de inversión de nuestro Ministerio de Agricultura para el 2020 es de solo USD 380 millones, mientras que los productores gringos de soya recibieron USD 6.158 millones y los de maíz USD 2.667 millones, que les permiten vender su producción a precios casi por debajo del costo. Es David contra Goliat, solo que este David ni siquiera tiene cauchera.

macabrera99@hotmail.com

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