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Necesitamos saber si existe una visión clara que permita dirigir las acciones correctas en infraestructura y equipamiento médico-sanitario que pueda garantizar, desde ya, la cobertura y el acceso al sistema de salud en condiciones equitativas para todos.
Teniendo como premisa que nuestra red hospitalaria es muy precaria y que el acceso, promoción y protección de este derecho es desconocido a diario, lo que reclaman los ciudadanos es que Ibagué tenga la capacidad suficiente de atención, pero no solo del Covid-19, sino de todas las enfermedades que nos aquejan en el día a día.
La declaratoria de emergencia sanitaria ha permitido que el Alcalde pueda realizar contrataciones con miras a superar la crisis, pudiendo hacer traslados presupuestales y disponer de los recursos que el Gobierno Nacional ha destinado a la salud, ¡sean estos últimos muchos o pocos!. Lo anterior debería ponernos a pensar en si la ejecución de esos recursos se han destinado con un enfoque de política pública integral en materia de salud, para dejarle a Ibagué la red hospitalaria que necesita y se merece o, si por el contrario, solo ha sido, como dirían popularmente, para apagar incendios.
Hago esta reflexión porque hace poco salió un estudio, publicado en la Revista The Lancet Global Health, que pueden consultar en el siguiente link: https://www.thelancet.com/journals/langlo/article/PIIS2214-109X(20)30229-1/fulltext#seccestitle150
En el cual se señala que trasladar recursos de otro tipo de enfermedades, como podría ser el cáncer o el dengue, para atender el Covid-19, puede generar, en el agregado total, más muertes que las que ocasionaría el mismo Covid-19.
Dicho estudio, hace un análisis de la medida de aislamiento durante seis meses en relación con enfermedades de niños y mujeres embarazadas y, a esto, le plantea tres escenarios: i) uno en cual quita pocos recursos de otras enfermedades para atender Covid-19, ii) un escenario medio y, iii) un tercero en el cual quita muchos recursos –claro, sin ir más allá del 30%-. El resultado para un país como Colombia es que, en el tercer escenario, podríamos tener un aumento de más de cinco mil muertes indirectas, sólo en niños y mujeres embarazadas, por dirigir la mayor cantidad de recursos de salud a atender solo Covid-19 y dejar de atender estas otras enfermedades.
Así es que no es un tema menor y, esto, nos debe llamar la atención sobre la verdadera prioridad del Plan de Desarrollo y, como lo dijo la Organización Mundial de la Salud en una declaración de marzo del presente año, “la salud debe estar en primer lugar, por encima de todas las demás consideraciones”, lo que implica que éste derecho, hoy por hoy, debe ser el eje fundamental donde inicie el desarrollo social en el municipio, con cobertura y acceso universal, destinando los recursos de primer orden para hacerla ejecutable y sostenible en el tiempo.
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