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Si la pandemia fue una época difícil, la postpandemia lo está siendo aún más, afortunadamente ya no hay muertos por miles cada día, pero los efectos en la economía amenazan con causar estragos en las condiciones de vida de la gente.
En una reciente columna había escrito sobre medidas urgentes que tomó el Gobierno Petro para contrarrestar la abrumadora alza en el precio de los alimentos: congelar el precio del Diesel, la tarifa de los peajes y subsidiar fertilizantes a finales del año pasado para que la cosecha de este año saliera más barata; afortunadamente ya está dando resultado y en febrero se empezó a reflejar la desaceleración de la inflación en los alimentos y productos agrícolas. Se espera que en marzo siga disminuyendo.
A comienzos de este año el Presidente decidió retomar las funciones de las comisiones reguladoras de servicios públicos, con el propósito de controlar las tarifas de energía, agua y gas, que han venido en un desmedido aumento y se convirtieron el año pasado en el segundo gasto que más impulsó la inflación. Aunque el decreto presidencial está suspendido de manera temporal, se espera que se materialice una disminución en las tarifas, especialmente la de energía. No es para menos, aquí en Tolima, pese a que Celsia se había comprometido ante el Congreso a bajar las tarifas, eso realmente no ha pasado, habrá que ponerle tatequieto.
Otra medida para sobrellevar los embates económicos ya se puso en marcha: a partir del próximo mes, las madres cabeza de hogar en condición de pobreza o miseria, recibirán una renta básica de 500 mil pesos mensuales, recursos que no solo garantizaran el derecho humano a la alimentación sino que moverán el consumo y la economía popular.
Lo más reciente y alentador es que el sector financiero decidió copiarle al Presidente de la República ante su pedido de disminuir las tasas de interés para no dejar estancar la economía. Los principales bancos del país ya anunciaron decisiones: Bancolombia bajó en un 50 % la tasa de las tarjetas de crédito, luego Bbva, Davivienda, Grupo Aval y otros, también anunciaron disminuciones en tasas.
Una noticia que promete generar condiciones para incrementar la inversión y el dinamismo en proyectos de desarrollo rural, es la próxima entrada en vigencia de dos líneas especiales de crédito: línea de justicia ambiental y línea de paz total y justicia social; instrumentos con los que se podrán financiar proyectos de producción sostenible, energías alternativas, turismo rural, infraestructura productiva y compra de tierras de uso agropecuario, con tasas verdaderamente subsidiadas.
En un entorno económico difícil lo único que no puede permitirse el Gobierno y la sociedad es permanecer inmóviles. Petro está liderando iniciativas para mover la economía y disminuir la inflación y ya los agentes económicos están respondiendo al llamado de unirse para navegar por las aguas turbulentas por las que atravesamos. Ojalá el contexto internacional también ayude.
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