Colombia potencia agroalimentaria

César Picón

El Gobierno Petro avanza en sus esfuerzos por disminuir el precio de los alimentos de la canasta básica familiar, que por su exagerada inflación desde hace dos años viene siendo un dolor de cabeza para las familias colombianas, especialmente las de más bajos recursos
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La Ministra de Agricultura anunció la segunda fase del programa de insumos agropecuarios, que consiste en subsidiar el 30% del costo de los insumos y fertilizantes de pequeños productores en todo el país, una apuesta de impacto inmediato que logrará obtener cosechas más baratas y que esos menores costos se trasladen al consumidor final (esto último deberá ser sujeto de controles para evitar especulación por parte de intermediarios).

Este programa también contempla tasas de crédito subsidiado para fortalecer a los productores nacionales de agroinsumos, de modo que podamos iniciar a alejarnos de la dependencia de estas importaciones que, por el alto precio del dólar, nos encarece en gran medida la producción de alimentos. En 2022 ya se había implementado la primera fase del subsidio a los fertilizantes con muy buenos resultados.

Adicional a esto, ya fueron lanzadas las líneas especiales de crédito para proveer financiación a las menores tasas posibles no solo para la implementación de proyectos productivos agropecuarios, sino también para la compra de tierra y la construcción de infraestructura productiva. A raíz de los 150 mil millones que dispuso el Gobierno para subsidiar las tasas de interés, hoy el Banco Agrario puede ofrecer 1.5 billones de pesos en créditos con tasas desde el 8%, mas barato imposible en el contexto financiero actual.

Esas medidas se suman a las que ya venía impulsando el Gobierno del Cambio desde el año pasado para abaratar el precio final de los alimentos mediante la disminución de los costos del transporte: congelación del precio del Diesel y tarifas de peajes. 
También se inició con el programa caminos comunitarios para la paz total, apuesta con la que el Gobierno invertirá en la adecuación de vías terciarias en todo el país. A través de las juntas de acción comunal veredales, se disminuirán los problemas y costos de transporte de alimentos hacia los centros de consumo.

Por otra parte, desde la Agencia de Desarrollo Rural estamos próximos a iniciar una nueva inyección de recursos para cofinanciar proyectos que contribuyan a fortalecer la producción y transformación de productos agropecuarios y a generar trabajo en las zonas rurales de Colombia. A través de 2 convocatorias este año, trasladaremos recursos a entidades territoriales y asociaciones para construir infraestructura, impulsar la producción de alimentos y fortalecer procesos agroindustriales que agreguen valor.

En paralelo avanza la formalización de tierras en todo el país (ya va más de 1 millón en lo corrido de este Gobierno) y la entrega de tierras para impulsar procesos agrarios que provean espacio fértil a los campesinos que no lo tienen. 

Este Gobierno está comprometido a sentar las bases para que Colombia se convierta en una potencia agroalimentaria. La inflación de alimentos ya está bajando y seguirá esa dinámica. Avanzaremos en el fortalecimiento del sector que puede convertirse en la nueva estrella del crecimiento y progreso económico y social de nuestro país.

CESAR PICÓN

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