Como todos los años, diciembre se caracteriza por la concentración de eventos (grados, bautizos, primeras comuniones y matrimonios, entre otros) que ameritan un brindis, como símbolo de festejo y felicidad con los amigos, familiares y allegados; no obstante, algunos no se conforman con este instante de una sola copa, prefieren lanzarse sin control al camino de la ebriedad; ahora bien, aclarando que se trata de una reflexión como ejercicio académico, cómo sería este escenario, donde existiera la prohibición de consumir licor, tal como se aplicó en otro país donde se hace referencia a la moderación en el comer y en el beber, con la tendencia de mantener una total prohibición de consumir alcohol.
En ese sentido, algunos de los hechos que llevaron a tal decisión acaeció en gran parte del siglo XIX y los primeros años del XX, donde se presentó un aumento desmedido en las cifras de consumo de licor y de violencia intrafamiliar; así fue entonces, cuando las mujeres desesperadas comenzaron a dejar en evidencia a sus esposos que llegaban los fines de semana en alto estado ebriedad, malgastando el sueldo en comprar licor y las dejaban en completo desamparo; será que este escenario ha cambiado actualmente?.
Es así, como se consolidaron algunos movimientos tendientes a la protección de estas mujeres y de la seguridad colectiva, aduciendo que el alcohol generaba decadencia, vicios morales, particularmente la prostitución; aunado a ello, alegaban la consolidación de la pobreza, enfermedades, demencia, estimulando la delincuencia, logrando políticas públicas de alto valor que prohibieron el alcohol.
No obstante, para 1920 este sistema dio un giro, toda vez que el remedio estaba peor que la enfermedad, indicando que el consumo de alcohol no sólo subsistió, sino que continuaba de forma clandestina y bajo el control de grupos delincuenciales que para la fecha eran conocidos como feroces mafias que aumentaron la criminalidad; bien interesante este capítulo de la historia, entonces ¿qué produce el daño?
A esta reflexión vale la pena agregar que efectivamente el alto consumo de bebidas embriagantes puede causar un impacto negativo en la salud y en el comportamiento de las personas, pero a su vez genera hechos que de no ser controlados de manera individual pueden causar grandes escenarios de afectación, entre ellos, la riñas por intolerancia ante las diferencias que se presentan entre las personas que finalizan particularmente con lesiones personales y desafortunadamente en homicidio.
Así las cosas, es contundente entender que las bodegas de bebidas embriagantes para esta fecha no están pidiendo que acaben con su inventario, hay que ser prudente ante su consumo, hay que pensar que la familia debe consolidarse aún más para este periodo y sería más sano aprovechar el tiempo para compartir espacios de fraternidad y alcanzar ese momento de espiritualidad que le abrirá el camino hacia la paz y la felicidad que el ser humano busca con anhelo cada día. Por ello, el pasado 29 de noviembre se hizo el lanzamiento del “Plan Navidad Inspirados en Usted”, donde se pretende enviar un brindis por la seguridad, atentos ante cualquier llamado de la comunidad por aquellos escenarios de afectación a la convivencia que se puedan presentar por el desmedido consumo de licor, invitando a la comunidad que permitan desarrollar el procedimiento de policía, siendo parte de la solución y no del problema.
DIOS Y PATRIA
Comandante Metib
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