Klein y los eslabones perdidos de la historia

Yair Klein, se reunió esta semana por teleconferencia con los magistrados del Tribunal Superior de Bogotá. El exmilitar israelí es responsable de entrenar grupos paramilitares al servicio de Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar Gaviria que asesinaron a mi padre.

Klein confirmó la participación del Estado en sus entrenamientos a través del DAS, el Ejército, el Ministerio de Agricultura y de un expresidente colombiano que cuando ocurrieron los hechos era "un simple Senador".

Klein es sin duda el eslabón perdido que ha impedido reconstruir la verdad del narcoparamilitarismo. Esta semana en el Senado, elevé un requerimiento para que el Congreso lidere una investigación sobre los nexos entre Yair Klein y las entidades del Estado. Necesitamos conocer la verdad: saber que pasó con el Nuevo Liberalismo y la Unión Patriótica, quiénes fueron los ganaderos que financiaron, los comandantes militares que prestaron las instalaciones del batallón Bárbula para el entrenamiento de los ejércitos de la mafia y del narcotráfico, cuáles son los vínculos entre este mercenario y políticos nacionales; en particular quiero saber los nombres de quienes desde el proyecto político narcoparamilitar, dieron la orden de asesinar a Luis Carlos Galán.


La verdad es el camino a la reparación. No quiero un cheque del Estado, quiero algo mucho más valioso que no tiene impacto fiscal: la verdad. Solicitaré al Comité de Derechos Humanos de la Unión Interparlamentaria, organismo que agrupa a todos los parlamentos del mundo y que busca garantizar sus derechos, iniciar y llevar a término la investigación de los casos de atentado y muerte de parlamentarios colombianos por estos grupos criminales.


Pregunta: ¿Ahora que recordamos la historia a través de la serie de Caracol "Escobar el patrón del mal" no entiendo por qué los hermanos Ochoa Vásquez (Jorge Luis, Juan David y Fabio) o "los Motoa" han pasado de agache en su corresponsabilidad de los crímenes de Pablo Escobar. Hace rato la justicia colombiana los ha debido llamar a cuentas por el asesinato de mi padre, por ejemplo.

Credito
JUAN MANUEL GALÁN P. (*) (*) Senador

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