Desde niño, supe que la política me gustaba y mucho, y aún cuando en mis familias solo hubo un antecedente lejano, mi bisabuelo materno Francisco Peralta quien fuera Concejal de Ibagué por el partido liberal en 1917, no fue este mi referente, como si lo fue el hecho de que el ex presidente Darío Echandía era vecino de un tío-abuelo y solo iba con mis padres a visitar al pariente con el propósito de ver en persona un Presidente.
Pero en mi casa nunca se interesaron mis padres por la política, ni siquiera cuando fui candidato al concejo en el ya lejano año 2000, tan poco ha sido el interés, que mi madre me confesó que no votó por mí en ese año por una razón natural que le asiste a muchos: no creen en los políticos ni en la política así me hubiese parido… luego eso cambió, los únicos políticos que le han despertado fervor a ellos fueron Uribe, Mockus y Juan Mario Laserna últimamente.
Lo de Uribe en el año 2002 era algo así como en los 60 ser socialista, quien no lo era no tenía corazón… todo el país apoyó a Uribe por las razones históricas conocidas.
Pero ¿Juan Mario Laserna? ¿Por qué entonces alguien que no conoce a una persona puede confiarle su voto? y más cuando le nace una desconfianza en la política? Solo hay razones que le asisten a la misma razón y sensatez, y es que ellos a sus años, han visto de todo en el departamento, pero nunca habían visto a alguien como él, me refiero a un técnico con la mejor preparación que se puede tener y que lo corrobora no solo el haber ocupado altos cargos de responsabilidad a temprana edad sino haberlo hecho con lujo de detalles, y lo explican para los que se adentran poco en ellos.
El haber escrito y diseñado sesudos documentos entre otros Turning a New Leaf donde plantean soluciones a problemas álgidos del mundo entero o el debate que ha dado en el Congreso en contra de los monopolios entre otros…
Pero con todo eso puede que alguien diga: eso no da votos! Yo creo que Debería dar votos, pues la credibilidad en una persona es su mayor activo y en un político debe ser motivo para votar por este.
Se pudiera simplemente decir que es el hijo de uno de los grandes hombres de este país, o por ser de una familia de tradición en Colombia, pero él no le da importancia política y pública a eso, son cosas que guarda en su corazón, sin embargo, dotado de una inteligencia excepcional, logró abrirse paso a nivel mundial y fue tal su osadía (para fortuna del Tolima) que decidió hacer algo que no parecía ser sensato: pasar del mundo académico, técnico al político, a caminar los pueblos, las veredas hablando con los campesinos, en querer conocer el país en lo micro, no en las cifras que maneja muy bien en lo macro, no de analizar cifras y datos o de consultar hoy en China o Londres con los líderes económicos o en el foro económico de Davos.
No, el quiso ir a la micro región a ver la verdad de cómo toman las decisiones las gentes que sufren las olas invernales y no tienen dinero para pagar sus deudas y menos para educar a sus hijos, lo hizo para así hacer propuestas sensatas para el Tolima y Colombia ahí radica su grandeza.
Desde niño, supe que la política me gustaba y mucho, y aún cuando en mis familias solo hubo un antecedente lejano, mi bisabuelo materno Francisco Peralta quien fuera Concejal de Ibagué por el partido liberal en 1917, no fue este mi referente, como si lo fue el hecho de que el ex presidente Darío Echandía era vecino de un tío-abuelo.
Credito
LUIS FERNANDO GARIBELLO PERALTA Abogado
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