Daniel Samper Ospina, conocido periodista y youtuber ha tenido la gran idea de impulsar una campaña para que periodistas y columnistas de diferentes medios, le cedan o compartan su espacios con los líderes sociales. La campaña se denomina: #Un Líder en mi Lugar. Igualmente con conocidos reguetoneros, hizo una canción a los líderes sociales, que esperamos sirva para que tomemos conciencia de su valía.
Esta campaña nos ha permitido conocer a líderes sociales que vienen desarrollando una importante labor en sus regiones, como por ejemplo a William Orozco de Cajibío, que trabaja por la defensa de la tierra, la autonomía de su territorio, los derechos de los campesinos y el acuerdo de paz. A Ricardo Esquivía Ballestas, nacido en Cartagena, de padre afro y madre indígena, quien lleva a cuestas toda una historia de dolor, en razón a que su progenitor resultó leproso; capturado y llevado al Sanatorio de Agua de Dios, Ricardo, terminó interno en un Colegio Menonita en Cachipay (Cund). Como él mismo lo narra, sufrió todas las discriminaciones: por pobre, ser hijo de un leproso, negro y protestante. De todo ello, sacó suficiente fortaleza para hacerse abogado y defensor de las comunidades. Actualmente coordina la Asociación, ¨Sembrando Semillas de Paz.¨
Leímos también, entre otros, a Leyner Palacios Asprilla, a quien Humberto de la Calle cedió su columna en el Espectador, líder de Bojayá. Refiere la responsabilidad tripartita en la masacre de su pueblo por las Farc, los paramilitares y el Estado. Llama la atención sobre las condiciones actuales de su población, de las que dice, son las mismas que propiciaron la masacre. Implora que no los abandonemos, que los escuchemos ahora, que todavía se puede hacer algo.
Nos enteramos igualmente del atentado a Mayerly Angarita Montes, quien nos cuenta que le desaparecieron su madre, cuando apenas tenía doce años. Que fue testigo de la masacre de El Salado. En medio del dolor fundó la organización, ¨Narrar para Vivir¨, una experiencia que busca la sanación y el empoderamiento económico, de más de ochocientas mujeres víctimas de los enfrentamientos entre la Autodefensas y las Farc en Montes de María.
Líderes y defensores de derechos humanos, son víctimas de asesinatos, atentados (recientemente el de Francia Márquez) amenazas reiteradas, desplazamientos, desapariciones. Sus agresores, están vinculados a bandas criminales, despojadores de tierras, economías ilegales y a veces legales, como la actividad extractiva. Sufren lo indecible.
Unamos nuestra voz a quienes se muestran indignados, con este continuo y sistemático derramamiento de sangre. Demandemos del gobierno medidas que permitan determinar los sectores que están detrás de esta estrategia de despojo y exterminio. Exijamos su protección efectiva. !No más líderes asesinados!.
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