Reír llorando

Guillermo Hinestrosa

El candidato populista Rodolfo Hernández, segundo en intención de votos a la presidencia le dijo a El Tiempo el domingo pasado: “Hay que poner a trabajar la gente que no trabaja y poner a funcionar la justicia que es una risa, porque de 100 demandas penales solo prosperan 3 y 97 se quedan impunes”. 
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En septiembre del año 2021 la revista Semana titulaba: ¿Libertad para delinquir? El 79 por ciento de los capturados en Bogotá quedan libres”; luego reseñaba algunas perlas, entre ellas el caso del venezolano que atracó con cuchillo a una tendera, fue denunciado y al otro día, en venganza, aprovechó su libertad para asesinarla. O la banda “los Flacos”, una peligrosa organización dedicada al crimen urbano: homicidios, ajustes de cuentas por préstamos gota a gota y tráfico de estupefacientes. En una redada las autoridades capturaron 40 de sus integrantes vinculados con bandas que operan desde las cárceles del país. Las pruebas recopiladas por más de dos años los comprometían también con el tráfico de 10 toneladas de marihuana. Pero nada les fue suficiente a los jueces, ‘Los Flacos’ fueron liberados.

Preguntado sobre el asunto el saliente presidente de la Corte Suprema, respondió: “Hoy no es extraño que se critique duramente a los jueces por desproteger a la sociedad al dejar libres a algunas personas capturadas. No se dan cuenta que ese es el mensaje más reflexivo que puede recibir una nación: que aun ante evidentes manifestaciones de delincuencia en una sociedad con una aguda inequidad social, los jueces están para proteger la libertad de todos los ciudadanos”. 

Y tiene la concha de agregar: “Claramente se necesitan más jueces. Doblar el número de los existentes actualmente es una medida urgente que permitiría reducir cargas laborales a tamaños razonables”. Libertad para delinquir, según el acertado titular de la revista Semana. 

Las insaciables reivindicaciones de jueces y magistrados no corresponden con lo que la ciudadanía exige por el pago de sus impuestos: pronta y cumplida justicia. En 2020 no laboraron y suspendieron el paro en diciembre para salir a vacaciones colectivas; todos los años ASONAL nos amenaza reclamando una prima mensual de entre el 30 al 60 % del salario, supuestamente contemplada en la Ley 4 de 1992. ¡Y la quieren retroactiva! Olvidan que en 2018 se concluyó una nivelación que incrementó algunos salarios así:  Juez del Circuito: 56 %; Juez Municipal: 77 %; secretario Juzgado del Circuito: 100 %; secretario Juzgado Municipal: 100 %; Citador: 100 %, etc., adicionales a los ajustes anuales de empleados públicos y trabajadores oficiales. Son los mejores pagados del Estado. Sueldos de 15 millones como el del Juez que aplazó 11 veces la audiencia por los piques ilegales en el aeropuerto Perales, o el que el pasado lunes hizo lo mismo en el proceso por el supuesto uso del estadio Manuel Murillo Toro para una fiesta privada del alcalde Hurtado, sin que aún se conozca nueva fecha para la diligencia. 

El Estado de Derecho se nos está volviendo una farsa en manos de una Rama Judicial burocratizada, que deslegitima al Estado con su voracidad, inacción e irresponsabilidad: no le rinden cuentas a nadie. 

Con razón cada vez que un delincuente es sorprendido haciendo fechorías, sale a decir, con cara de yo no fui, que confía plenamente en la Justicia colombiana.

Guillermo Hinestrosa.

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