La dicotomía izquierda - derecha

Hugo Patarroyo Murillo

Nunca se imaginaron los galos de la época de la Revolución Francesa (1789) que, al conformar su Asamblea Nacional y sentarse los unos a la izquierda y los otros a la derecha en la “Salle des Etats”, estaban dando origen a las tendencias políticas que han primado desde ésa época, en la mayoría de los países del orbe.
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A la izquierda se sentaron los campesinos, los artesanos, los de las barriadas parisinas y, a la derecha los comerciantes, los pequeños propietarios, el clero, los dueños de las tierras, mejor dicho, la incipiente “burguesía” que, a su vez tenía principalmente sus orígenes en la región de Burdeos. Podría decirse que, guardadas proporciones, a un lado se sentaron los de arriba y, en el otro lado, los de abajo. Pero… todos, absolutamente todos, “a la larga” tenían un solo propósito: el cambio del régimen. Unos más pronto que otros, querían que la monarquía de los “Luises” se acabara. Ése fue el hilo conductor.

En nuestro país, no se sabe porqué, el “sancocho ideológico” de los políticos, poco ha aportado al desarrollo de nuestro país. Adicionalmente, no hay acuerdo sobre los mínimos, “sobre lo fundamental”, como lo diría Álvaro Gómez Hurtado. En Colombia, “la moda” ideológica, la tratan de interpretar, a su manera, todos los partidos o grupos políticos. Si el tema es la ecología, todos salen en defensa de la naturaleza, de lo ambiental, de la vida… si la cuestión es la anticorrupción, todos son anticorruptos… si el asunto es la salud, todos salen con cuentos para un mejor manejo de ese natural derecho de los colombianos, etc., etc., pero… lo mejor de todo, es que a unos les queda mejor “la camiseta”, que a otros, unos tienen más credibilidad que sus opositores. Hay grupos a los cuales, se les creen algunos argumentos, y a otros no. A los partidos tradicionales, en casi todos los temas, la credibilidad les es cuestionable. Para muchos de ellos, “el hilo conductor” ha sido la búsqueda del manejo de los recursos del Estado, en beneficio de los bolsillos de sus jefes o, el de sus aúlicos más cercanos. Y, para completar, algunos “ideólogos” de los grupos políticos, embarullan con interés deliberado, la terminología en el manejo de la cosa pública, hablan de “Vocación” en lo político que, se debe asemejar a “Vocación de Servicio”, y no a otro tipo de “Vocaciones” que es, lo que en realidad hacen con el erario público.

En Francia, los franceses “depuran” cada rato el estamento político. Nadie se perpetúa en el poder. El que tiene que caer, cae, sin muchas “vueltas”. Desde la época de la Revolución, a hoy, ya van por la Quinta República (La última, con el General De Gaulle en 1958 ). Por eso son fuertes, adoran a su nación, y son ejemplo de cohabitación política de izquierdas y derechas desde 1789. Tuvieron un “hilo conductor” que era el progreso de la nación francesa. Estuvieron de acuerdo sobre “lo fundamental”, desde sus comienzos…

Adendo: Interesante el tema del “Poder regional” esbozado por Óscar Barreto. Falta ver qué diga el Virreinato de Santa Fe de Bogotá. ¿Los dejarán, o… no?

HUGO PATARROYO MURILLO

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