La muerte de las ideologías

Los comienzos de año, con vacaciones y todo, son propicios para meditar, examinar, y analizar temas que, normalmente no se nos vienen al cerebro. Sin dejar de lado a los “Jefes políticos” de vereda y las vistosas “cenadoras del Partido Verde” que se auto proclaman defensoras, no de los seres vivientes del planeta “Tierra”, sino de toda la “La Vía Láctea”, la mente nos lleva a otros niveles más complejos y, comenzamos a dilucidar, sobre qué es lo que sucede allende las fronteras mediáticas en las que, normalmente circulamos.

El “Pastranismo” en el Tolima

Muy seguramente, la polarización que se dio en las pasadas elecciones regionales, no permitió ver el resultado de una “disrupción” política en el panorama Departamental. Apareció en el firmamento de los electores tolimenses, el nombre de la Nueva Fuerza Democrática, el Partido fundado por Andrés Pastrana Arango hace poco más de 30 años y que fue diezmado a punta de “bombazos” por los narcos de la época. 

El Tolima, entre “Clanes” y “Carteles”

Definitivamente, la pobreza lexicográfica de muchos de los llamados “comunicadores” sociales, deja mucho qué desear. Ahora todo se relaciona con “carteles” y “clanes”. Y, no se sabe con exactitud, de dónde proviene ésa “calificación”. Muy seguramente proviene del gran ejemplo promovido por la familia “Corleone” en las películas de “El Padrino” o, la herencia mafiosa que nos legaron, los señores de Cali y de Medellín. Tenemos por ejemplo que, para el tema político, a cualquier “grupo de interés” (Jean Meynaud – Les Groupes de pression - 1958 ), se le está llamando Clan.

El meteórico ascenso de William Ospina

Con todo respeto por las candidatas que quedan, no cabe la menor duda que, por primera vez, el Tolima tiene  “un candidato de lujo”, como diría un expresidente conservador que, visitó hace pocas semanas a Ibagué. 

El Tolima en la encrucijada

El desenlace que se viene observando , sobre los últimos acontecimientos políticos en nuestro Departamento, ha llevado a reflexionar de igual manera, al elector de nuestro Tolima sobre distintos aspectos, relacionados con los comicios del próximo 29 de Octubre.

Operación “T”

El tolimense se ha caracterizado por su reciedumbre, por su fortaleza, por su vigor frente a las vicisitudes que lo han aquejado.

Entre “brutos” e ignorantes…..

Ahora que está tan de moda el uso de lo “coloquial”, impulsado por la Presidencia de la República, bien vale utilizar la terminología que ésta misma promueve, tal vez, con el ánimo de “echarse” al bolsillo a un pequeño sector de electores, admiradores de la “social-bacanería”.

¿Y ahora, a jugar con candela?

Tal, y como dice el adagio popular: “Tanto vá, el agua al cántaro, hasta que al fín se revienta”.  Mejor dicho y, ubicándolo en términos de Google (el Diccionario Larousse de hoy en día) “Es, una forma metafórica de hacer alusión a los límites de la paciencia y, a la frontera que suele separar de improviso, la rutina del día a día y la súbita ruptura de lo inesperado. El cántaro se quiebra, de la misma manera que la paciencia se agota”.

Primero lo nuestro, lo de Colombia

Siempre se nos enseñó que las cosas debían tener un orden. Que debería existir un mandato de prioridades en el manejo de las situaciones, por más complejas que ellas fueren. Que, sin ánimos egoístas, se atenderían primero, los temas individuales, después, los familiares, seguido por los de la comunidad, la comarca, la región y el país. Todo ello sin afectar la esencia de lo general sobre lo particular. 

El “libre albedrío” electoral

Ya, vencidos los términos para inscribir candidatos con miras a las regionales del 29 de octubre, (con sobresaltos y todo,  de aspirantes de última hora) no deja de tener vigencia el cuestionamiento generalizado sobre el actual sistema político en nuestro país.