El porque de la crueldad humana (II)

La crueldad humana, analizada en columna anterior, según estudios de las universidades de Princeton y Duke, puede tener una explicación científica.

Hechos históricos como la conquista española y entre ellos la guerra contra la nación Pijao iniciada alrededor de 1550 y terminada con la campaña de Don Juan de Borja entre 1611-12, serian explicados por los hallazgos de los investigadores de estos centros de estudio.

En el cerebro del español, el indio americano no era humano y se justificaba su exterminio. Así describió el religioso Fray Pedro Simón al habitante americano.


“Que era una gente que comía carne humana, que eran fométicos más que generación alguna y que ninguna justicia había entre ellos; que andaban desnudos y no tenían vergüenza: eran como asnos, abobados, alocados e insensatos, y que no tenían en nada matarse ni matar, ni guardarían verdad si no era en su provecho; eran inconstantes, no sabían qué cosa eran consejos, ingratísimos y amigos de novedades, que se preciaban de borrachos y tenían vino de diversas frutas, raíces y granos; emborrachábanse con humos y con ciertas yerbas que los sacaban de su juicio. Eran bestiales en los vicios: ninguna obediencia ni cortesía tenían mozos á viejos, ni hijos á padres, que no eran capaces de doctrina ni castigo.


“Eran traidores, crueles y vengativos, enemiguísimos de religión y que nunca perdonaban. Eran haraganes, ladrones, mentirosos, de juicios bajos y apocados; no guardaban fe, ni orden, ni guardaban lealtad maridos á mujeres ni mujeres á maridos. Eran hechiceros, agoreros y nigrománticos. Que eran cobardes como liebres, sucios como puercos: comían piojos, arañas y gusanos crudos doquiera que los hallaban. Que con los enfermos no usaban piedad ninguna, y aunque eran vecinos y parientes, los desamparaban al tiempo de la muerte ó los llevaban á los montes á morir con sendos pocos de pan y agua.


“Cuanto más crecían se hacían peores: hasta diez ó doce años parecía que habían de salir con alguna crianza y virtud, y de allí en adelante se volvían como brutos animales, y en fin, dijo que nunca crió Dios gente más cocida en vicios y bestialidades sin mezcla de bondad ó policía, y que se juzgase para qué podían ser capaces hombres de tan malas mañas y partes; y que los que los habían tratado, aquello habían conocido por experiencia. Los Pijaos, los cuales, entre las demás abominaciones que tienen ó tenían (porque ya hay pocos ó ninguno), era una, que en señalándose uno con valentía en la guerra ó en otra ocasión, le mataban con grande gusto del valiente y lo hacían pedazos y daban uno á comer á cada uno de los demás indios, con que decían se hacían valientes como aquél lo era”.


La figura del Pijao y en general del aborigen americano, en las mentes españolas, justificaba la tortura y el genocidio. No se estaba frente a seres humanos. El cerebro deshumanizado, según las investigaciones de la neurociencia social actual, había bloqueado las aéreas de la compasión y por ello era licito exterminar al aborigen americano, como ha sucedido en otros sucesos trágicos de la historia de la humanidad.     


Fuente: Fray Pedro Simón, Noticias Historiales del Nuevo Reino de Granada.

Credito
PABLO ISAZAS M.D.

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