Nuevas investigaciones demuestran que la combinación de fumar y consumir alcohol en forma excesiva acelera el deterioro de la memoria y la capacidad intelectual más que si se tienen estos dos hábitos solos. Un estudio de investigadores del University College de Londres, en el Reino Unido demostró que individuos que fumaba y también eran bebedores tenían un ritmo mayor de 36% de deterioro intelectual y de memoria (cognitivo) que los bebedores moderados y no fumadores.
“Nuestra investigación demuestra que la declinación de memoria e intelecto (cognoscitiva) fue 35% más rápido en aquellas personas que reportaron fumar cigarrillos y consumo de alcohol por encima de los límites recomendados, 14 bebidas por semana para las mujeres, y 21 por semana para los hombres. Cuando se observó a quienes eran grandes fumadores se encontró que por cada 10 años de vida sus cerebros habían envejecido el equivalente a 12 años”, dice el Dr. Gareth Hagger-Johnson, director de la investigación. El estudio fue publicado en línea en la revista británica de psiquiatría.
Varios estudios han encontrado una relación entre la disminución de consumo o exposición al humo del cigarrillo, el deterioro intelectual y la demencia. Por otra parte, el consumir una bebida alcohólica en forma moderada se asocia con un menor riesgo de demencia en la edad mayor. El tomar y fumar en exceso ocurre con frecuencia y la asociación de estos dos hábitos, está comprobado, causa cáncer del sistema digestivo y pulmonar además de otras enfermedades. Sin embargo, pocos estudios habían abordado el deterioro de la memoria en relación a tabaco y alcohol, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
Para determinar si el fumar y el consumo de alcohol interactúan para acelerar el declive intelectual, los investigadores evaluaron a seis mil 473 adultos, cuatro mil 635 hombres y mil 838 mujeres entre 45 y 69 años, con una edad media 55 años, durante una década; a todos se les realizó tres exámenes clínicos, uno cada tres años. Se les preguntó sobre sus hábitos de fumar y tomar alcohol y se les evaluó su memoria y su fluidez verbal. El estudio reveló que los no fumadores y que consumían alcohol moderado tenían un ritmo de deterioro intelectual y de memoria de acuerdo con su edad; también se demostró que el beber y fumar en combinación, el denominado “combo”, era más dañino que solo fumar o ingerir alcohol y no fumar.
La carga de la demencia y la enfermedad de Alzheimer es muy alta y desde una perspectiva de salud pública, los investigadores sugieren que podría reducirse si se modifican los estilos de vida y se lucha contra el consumo de cigarrillo y el exceso de bebida, costumbre desafortunadamente frecuente en la cultura colombiana. El consejo de los investigadores es que cortar con el cigarrillo y la embriaguez frecuente en la mediana edad, previene de una vejez con grandes riegos de demencia. Comportamientos saludables en la madurez pueden prevenir el deterioro cognitivo prematuro en la vejez evitando la carga de la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
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