Los progresos de la ciencia médica han permitido que las persona con una enfermedad del corazón, diagnosticada mediante los procedimientos habituales, o con factores de riesgo tales como antecedentes familiares, obesidad, sedentarismo, hábito de fumar o consumir alcohol frecuentemente, puedan prevenir un infarto coronario o lo que es peor una muerte súbita. La corrección de los factores de riesgo, conducta conocida como hábitos de vida saludable, mas el uso de ciertos medicamentos recomendados por el médico permiten en el mundo actual prevenir daños crónicos al corazón o las denominadas “muertes evitables”. Ciertos medicamentos, entre ellos unos conocidos genéricamente con el nombre de Estatinas, son considerados grandes amigos del corazón, recomendándose inclusive para personas que no tienen una enfermedad de las arterias del corazón plenamente diagnosticada pero que sí presentan cifras altas de trigliceridos o colesterol.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) recomienda el uso de estatinas en hombres sin enfermedades coronarias pero con colesterol alto, tras comprobar que reducen la probabilidad de padecer un accidente cardiovascular o un ataque cardiaco y, en caso de sufrirlo, disminuye los días de hospitalización. Según el estudio llevado a cabo en Escocia, en un grupo de personas que tomaron el medicamento, el porcentaje de casos de infarto fue significativamente inferior al del grupo placebo. Según los investigadores, Principio del formulario

Final del formulario: “el tratamiento de hombres de mediana edad, que no tienen enfermedades del corazón, con estatinas durante cinco años, no sólo previene los ataques cardíacos y muertes por enfermedades del corazón, también reduce considerablemente los días que se pasan en el hospital tras sufrir una enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y insuficiencia cardiaca”, manifiesta el autor principal Ian Ford, de la Universidad de Glasgow.

Las estatinas actúan reduciendo las proteínas de baja densidad conocidas como colesterol malo; con su uso se hubieran ahorrado un millón de dólares que vale el tratamiento de ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares de mil pacientes hospitalizados. El estudio incluyó mas de seis mil personas de ambos sexos con colesterol alto, que no habían sufrido infarto de miocardio; los participantes fueron divididos en dos grupos; un grupo tomó estatinas y otro no; fueron estudiados durante 15 años; al finalizar el estudio, el grupo que había tomado estatinas presentó menos infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares que el grupo que no las tomó .

El estudio de los escoceses refuerza la hipótesis confirmada por otros estudios que plantean el uso de estatinas como medicamento preventivo para quienes tiene niveles altos de colesterol y trigliceridos y ciertos factores genéticos, puesto que la primera recomendación es la de adoptar hábitos de vida saludable y la “norma de oro” de la medicina preventiva en hombre y mujeres mayores de 40 años: la realización del examen anual cardiovascular consistente en un electrocardiograma y un buen examen clínico.