Si bien la muerte súbita durante el ejercicio requiere del estudio de cada caso, patrones generales de este evento pueden ser considerados. El primer componente de este problema, que necesita mayor atención de que se le ha dado, es si estas muertes durante el ejercicio realmente demuestran que el ejercicio es el verdadero culpable y por lo tanto una actividad peligrosa o si, por el contrario, cuando sucede una muerte súbita en una persona que está haciendo determinado ejercicio, esta ha sucedido porque existía una causa que relacionó la muerte con el esfuerzo físico. Numerosos estudios han demostrado que la muerte súbita, incluyendo las muertes repentinas que ocurren durante el ejercicio, han demostrado que prácticamente todas las personas que mueren repentinamente durante el ejercicio tienen una enfermedad grave, generalmente del corazón, que explica adecuadamente la causa de la muerte.
Mientras que un gran número de condiciones cardíacas se ha asociado con muerte súbita durante el ejercicio, la causa más común de muerte es la enfermedad coronaria, padecimiento caracterizado por la obstrucción de las arterias que prorcionan sangre al musculo cardiaco. La enfermedad coronaria es la principal causa de muerte en personas mayores de 40 años. Los deportistas por debajo de los 40 años que mueren repentinamente durante el ejercicio son más propensos a tener otro tipo de afecciones del corazón como una entidad denominada cardiomiopatía hipertrófica, en la que los músculos del corazón se van engrosando hasta impedir su adecuado funcionamiento. Pero se ha comprobado que algunos atletas jóvenes que mueren repentinamente durante el ejercicio son propensos a tener enfermedad coronaria severa como resultado de elevados niveles de colesterol en la sangre por causas genéticas, es decir heredades de sus padres. Existen, además, otras enfermedades del corazón que pueden ser causa de muerte súbita tanto en personas mayores de 40 años como en jóvenes atletas.
Tras investigaciones efectuadas en Estados Unidos se estima que la incidencia de muerte súbita cardiaca relacionada con el ejercicio, en hombres, en un año, es de una entre 280 mil. El riesgo de muerte en maratones es de una entre 50 mil y 88 mil de quienes finalizan la competencia.
¿Cómo saber que se padece de una enfermedad coronaria que no presenta síntomas y que sí constituye un riesgo para la salud? Nada sustituye el examen médico anual, especialmente para las personas mayores de 40años que hacen un ejercicio exigente. Un buen examen médico debe complementarse con un interrogatorio sobre si han existido casos de muerte súbita en la familia. Mantener niveles bajos de colesterol es siempre una recomendación médica incluyendo el uso de los medicamentos conocidos como Estatinas, que ayudan a tener el colesterol en límites apropiados. Si en alguna ocasión se han sentido dolores opresivos en el pecho, se debe comunicar al médico para profundizar estudios cardiológicos.
Los escenarios deportivos como clubes o asociaciones deben tener dispositivos y facilidades por si se presenta un caso de posible problema cardiaco o de otro tipo mientras algún miembro o integrante practica ejercicio. Estas organizaciones deben recomendar los exámenes médicos periódicos para evitar la denominada muerte súbita relacionada con el ejercicio.
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