Es sabido que el consumo de alcohol es causa de un sinnúmero de enfermedades. Quienes consumen bebidas alcohólicas van de bebedores moderados a bebedores excesivos. Se define el consumo moderado de alcohol como hasta una bebida al día para las mujeres y hasta dos bebidas al día para los hombres. El consumo excesivo de alcohol se define como tomar más de tres tragos en cualquier día o más de siete tragos por semana para las mujeres y más de cuatro tragos en cualquier día o más de 14 tragos por semana para los hombres.
Una de las enfermedades producto del consumo excesivo de alcohol es el cáncer. Numerosos estudios apuntan a investigar por qué se produce esta asociación. Investigadores de la Universidad de Milán, Italia, han detectado un vínculo entre el consumo de alcohol, el cáncer y el envejecimiento. Se confirma que el alcohol actúa sobre los cromosomas de las células del organismo. Los cromosomas son una estructura que termina en extremos conocidos con el nombre de “Telómeros”. Estos son el terminal de esa especie de cinta que es el cromosoma. En la medida en que la célula, el organismo, va envejeciendo los Telómeros van acortándose. Los Telómeros se encuentran en la región al final de un cromosoma y son importantes para la conservación de las células. A medida que las personas envejecen, la longitud de los Telómeros se acorta progresivamente. Pero además pueden acortarse por otras causas como es el caso del consumo de alcohol. Las personas pueden acortar sus Telómeros debido a un alto consumo de alcohol presentando un mayor riesgo de cáncer de páncreas, hígado, esófago y laringe.
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Los resultados del estudio de la Universidad de Milán se hicieron públicos durante la reunión anual de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer, celebrada en Washington, Estados Unidos. ¿Qué sucede según los investigadores? El alcohol produce una inflamación y un estrés en la célula que acelera el acortamiento de los Telómeros. Dado que se cree que este acortamiento telomérico aumenta el riesgo de cáncer, los investigadores consideraron que aquellas personas con telómeros más cortos debido a un consumo excesivo de alcohol tendrían un mayor riesgo de cáncer.
Según explica la Dra. Andrea Baccarelli, directora del estudio, “quienes consumen alcohol en dosis elevadas tienden a parecer demacrados y se cree que este consumo excesivo conduce a un envejecimiento prematuro y a un inicio más temprano de las enfermedades asociadas al envejecimiento. En concreto, el consumo elevado de alcohol se ha vinculado con el cáncer en múltiples localizaciones”.
En el estudio los resultados mostraron que la longitud de los telómeros se encontraba considerablemente reducida en aquellos que consumían grandes cantidades de alcohol. La longitud de los telómeros era de casi la mitad en estas personas en comparación con quienes no abusaban de la bebida.
Quienes son aficionados a la bebida cada vez que vayan de tragos deben pensar en que se les están acortando sus Telómeros y van camino al cáncer.
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