La paz no es un juego
Hace unos días la delegación gubernamental en los diálogos con el ELN, de la cual hago parte, emitió un comunicado denunciando dos violaciones al cese al fuego: el secuestro y asesinato de un policía y el reclutamiento de dos menores; hechos que son un botón de muestra, pues más miembros de la Fuerza Pública han sido secuestrados y asesinados, más menores reclutados y más comunidades desplazadas, confinadas, limitadas en sus libertades, sometidas a una justicia espuria y a rechazar a la Policía y el Ejército.