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El desafío para Colombia es igualmente colosal y lo mejor es mantener las divisiones políticas e ideológicas al margen de este proceso de inmunización en el que deberían participar los 50 millones de habitantes, que según el Dane, conformamos esta Nación.
Es lógico que las seis farmacéuticas con los mayores avances y una eficiencia superior al 90% de efectividad tendrán una sobredemanda de sus biólogos especialmente de los países considerados potencias económicas de occidente e incluso de oriente como Japón y Corea del Sur, a falta de añadir las naciones petroleras de oriente medio. A no dudar que habrá rapiña y los más ricos y poderosos querrán estar en la primera línea de vacunación cueste lo que cueste. Se espera que estos grupos hagan importantes aportes para también beneficiar a los menos favorecidos de sus sociedades, aunque soñar no cuesta nada, es importante la solidaridad en estos tiempos.
Vale recordar que los países más influyentes han invertido sumas astronómicas en las investigaciones de los más avezados y experimentados laboratorios y centros de investigación.
Sin embargo, aún no sabemos si las personas requerirán una, dos o tres dosis o si habrá consecuencias derivadas de la mutación del Sars-Cov-2 tanto en el ser humano como en las especies animales. La biología, la genética y la epidemiología enseñan que los virus llegan para quedarse y lo importante es aprender como especie a neutralizarlos, vigilarlos y convivir con estos.
Estar incluidos en el acuerdo internacional Covax, las buenas relaciones con Estados Unidos y la UE, además de establecer un sistema de compras bilaterales o directas, se estima, aseguraría a Colombia unas 20 millones de dosis, que sin duda alguna y en una fase de vacunación masiva, tendrían que estar dirigidas a garantizar una primera 'Inmunidad de rebaño'.
Esto es aplicar el biológico en una fase iniciática a las personas mayores de 60 años, especialmente con comorbilidades asociadas a enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión y otras patologías de alto costo. Vacunación prioritaria también para el personal sanitario y para las personas con mayor contacto con diversos públicos o de atención masiva.
Hay que focalizarse en estratos 1, 2 y 3, en donde existe mayor mortalidad y crecimiento de contagios. No está demás que las alcaldías y gobernaciones establezcan un plan de atención adicional para ancianatos de caridad y habitantes de calle. Con el apoyo de todos los sectores privados y públicos se podría asegurar vacunas adicionales y podríamos pensar en inmunizar cerca del 50% de la población, una meta posible y muy deseada.
En este orden de ideas, desde el partido Conservador acompañamos a los Ministerios de Hacienda y Salud para direccionar parte de las finanzas públicas en la adquisición de las vacunas y establecer un sistema de inmunización gratuito y universal en Colombia, aprobado el miércoles en la noche por el Congreso. Por el momento es muy relevante seguir con el autocuidado sanitario, la disciplina ciudadana y acatar la extensión de la emergencia sanitaria y los controles del aislamiento preventivo con el único objetivo de evitar un rebrote de Covid-19 y pasar una Navidad menos azarosa.
Gracias a Dios y a la ciencia hay una luz al final del túnel y parece que comienza a amanecer después de esta noche de pesadilla que ha sumado muerte y la peor caída de la economía mundial en décadas recientes con graves consecuencias en el empleo y el aumento de la pobreza. Renace nuevamente la esperanza. Seamos hoy más responsables y no le demos más papaya al coronavirus.
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